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Nace la plataforma ciudadana en Mojácar con el fin de ‘Save our chiringuitos’ de la playa del Cantal

Nace la plataforma ciudadana en Mojácar con el fin de ‘Save our chiringuitos’ de la playa del Cantal

El colectivo asegura que el paseo marítimo proyectado partirá en dos estos emblemáticos establecimientos de la costa y los «destrozará para siempre»

Jennifer Simón

Martes, 9 de mayo 2017, 14:11

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Dejan claro que no están en contra del paseo marítimo, pero sí con las formas en las que quiere ejecutarse que supondrán un importante cambio en la tradicional zona de chiringuitos de Mojácar, nacidos hace décadas y orígenes del encanto especial de la localidad del Levante almeriense. De ahí la creación de una plataforma ciudadana hace apenas unos días, que ya ha conseguido casi 1.000 seguidores en Facebook, y que pretende «salvar los chiringuitos» de Mojácar. En concreto, desde el colectivo se explica que nacen «para la conservación de los chiringuitos de la playa del Cantal, Aku-aku, El Cid, Aurora, Patio, Bahia y Maui» y es que entienden que «peligran por la inminente ejecución de la nueva fase del Paseo Marítimo que pasará por en medio de todos ellos, destrozándolos para siempre y eliminando así una parte importante de nuestro atractivo turístico».

Dicho paseo lo califican como «un muro de hormigón que dividirá los chiringuitos de la playa, haciendo que se derriben la mayoría de ellos y amputándolos de por vida».

«No podemos permitir que esto suceda. Mojácar nunca volverá a ser lo mismo», apuntaron.

Eso sí, recordaron que no están en contra de un paseo marítimo «pero no a cualquier precio» y afirmaron que «se pueden barajar un sin fin de posibilidades antes que cometer este atentado».

Expresaron desde esta plataforma: «los chiringuitos han formado parte importante del pasado y del alma de Mojácar y queremos que también lo sean del futuro de este maravilloso pueblo».

No es la primera vez que se critica la opción de paseo marítimo tal y como se plantea, además de hablar de la gran inversión que va a suponer para el Ayuntamiento mojaquero, en comparación con otros pueblos a los que ayuda en gran medida Costas, a la hora de acometer las obras.

Sin embargo, lo que hace unos meses era un anuncio con posibilidades de reformas, esta semana se podrá hacer efectivo o, al menos, con menos posibilidades de adecuaciones. Y es que mañana, a las 9 horas, se aprobará en el plenario municipal del Ayuntamiento, ya que el PP como equipo de Gobierno tiene mayoría, el proyecto de segunda fase del paseo y se informará de la relación de bienes afectados por expropiación para llevarlo a cabo.

En agosto del año pasado, IDEAL desveló el problema que denunció el grupo Somos Mojácar, y que confirmó la propia alcaldesa, Rosa María Cano, a la edil Jessica Simpson tras sus preguntas en un pleno sobre el proyecto.

«El nuevo tramo de paseo pasará por delante de los emblemáticos chiringuitos mojaqueros, quitándoles la zona de sombrillas y hamacas y partiendo en dos lo que hasta ahora es parte de su negocio y encanto», explicaron entonces.

El nuevo tramo del paseo marítimo comprende desde la rotonda de la Cruz Roja (donde acaba en tramo recientemente finalizado) hasta la rotonda frente al Maui, en la zona del camping.

«Los chiringuitos han de reducir su espacio, y no estarán nunca más a pie de playa. El paseo marítimo los cortará por el medio, justo entre la zona donde tienen puestas las mesas y las sombrillas en la arena, alterando gravemente su disposición e idiosincrasia única, tan peculiar y atractiva. Algo que ha hecho famosa a Mojácar desde principios de los años 70, siendo también una fuerte fuente ingresos y empleo», expresaron desde este partido.

Es más, desde Somos Mojácar se criticó que «esta decisión se haya tomado, como otras tantas decisiones importantísimas y decisivas para el futuro de Mojácar, de forma unilateral y sin ningún tipo de transparencia o participación, y manifestaron no entender «ese constante esfuerzo por destruir todo lo bonito que Mojácar posee, independientemente de que lo haga sin el más mínimo sentido del gusto, o que su mala gestión económica realizando las obras a pleno pulmón o con escasas ayudas o subvenciones. Esto va mucho más allá, es cargarse de un zarpazo el encanto del movimiento hippy extranjero que hace más de 45 años se instaló en estos pequeños improvisados chiringuitos que a lo largo de casi medio siglo se han constituido como instituciones de la restauración, la música y el arte», apuntaron.

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