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El desamor en los juzgados, pero ¿en qúe juzgados?

GLORIA PÉREZ DE COLOSIA

Gloria Pérez de Colosia

Martes, 10 de mayo 2016, 09:07

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Sabemos que el amor, en un elevado número de ocasiones, falla, y que el proyecto en común ideado con la pareja elegida, se va al traste y se produce sin remedio una ruptura que en muchas ocasiones abre una puerta por la que se cuela la falta de sentido común y la irresponsabilidad. Es entonces cuando el amor acaba en los juzgados, o mejor dicho, el desamor.

 

Pero, ¿en qué juzgado va a ser ese desamor enjuiciado y qué juez va a juzgar el desamor, y como consecuencia, todo lo que la ruptura de una pareja conlleva, reparto de bienes, reparto de hijos, vivienda, cargas familiares, pensiones?. Porque lo cierto es que dependiendo de donde uno viva le corresponderá acudir a uno u otro juzgado, más o menos especializado.

No es casual que cuando uno acude al médico de cabecera porque le molesta un ojo este le desvíe al oculista, es pura lógica, porque a una dolencia concreta hay que darle un tratamiento concreto, y para eso están las especializaciones médicas.

Sin embargo parece que todos los agentes del derecho, abogados, procuradores, jueces o fiscales, debamos ser conocedores de todos los temas, cuando cualquiera puede apreciar que nada tiene que ver una trama empresarial con una multa de tráfico o con la reorganización de una familia cuya pareja sentimental ha terminado. Convendrán conmigo la mayoría de ustedes que esto no es sostenible y que en todos los sectores del saber y del hacer se impone la especialización.

En 1981 se crearon los primeros juzgados de familia a cuyo cargo se situaron jueces especializados en esa materia, o al menos con la esperanza de que se especializarían. Aún siendo una aplaudida idea entre los profesionales del derecho, los medios han sido y son tan escasos y la inversión en justicia de los distintos gobiernos tan precaria, que únicamente en capitales de provincia el desamor puede ser atendido por técnicos jurídicos especializados.

Así que si su pareja se ha roto, el sentido común y el razonamiento le han abandonado y reside usted en alguno de los partidos judiciales del levante almeriense, Vera o Huércal Overa, su divorcio y sus consecuencias lo decidirá un juzgado mixto, dirigido por un juez de primera instancia e instrucción, que en ocasiones ocupa un primer destino.

Es éste uno de los pequeños y muchos ejemplos de desigualdad que respecto a cualquier capital de provincia española tiene nuestra comarca en lo que a justicia se refiere.

 

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