El alcalde de Carboneras cesa a Salvador Hernández tras promover una moción de censura contra él

La decisión se ha hecho esperar varios días pero ha sido fulminante para el líder de Gicar. En la tarde noche del pasado miércoles Amérigo trasladó a IDEAL su perplejidad ante las informaciones publicadas en las que se relataba cómo se había gestado la moción de censura. Por entonces Amérigo aseguró que durante los cuatro meses de gobierno bipartito «todo ha ido funcionando bien» y que no tenía conocimiento de ello. «Estoy absoluamente sorprendido», insistió. Así, pidió tiempo para hablar con los implicados y tomar una decisión que ya ha llegado: el cese de Salvador Hernández.

Tal y como informó este diario, en la noche del martes 29 de octubre el Grupo Independiente por Carboneras (Gicar) celebró una reunión en la que se aprobó por 40 votos a favor y 2 en contra apoyar la moción de censura contra el socialista José Luis Amérigo, al que habían hecho alcalde de Carboneras en el mes de junio con sus dos abstenciones en la sesión de investidura. En condiciones normales la moción de censura habría salido adelante porque también contaba con el visto bueno de Carboneras Avanza (4 ediles) y PP (1 edil). Pero uno de los que se opuso a la moción era el otro concejal de Gicar que forma parte del equipo de gobierno carbonero, Pedro López, regidor de Urbanismo, al entender que no había motivos suficientes para derrocar al gobierno socialista con el que habían pactado un acuerdo de gobierno había pocos meses que estaba, a grandes rasgos, cumpliéndose sin estridencias.

Carboneras está gobernada desde la tarde del pasado día 15 de junio por un equipo de ediles de coalición liderado por el socialista José Luis Amérigo y conformado por los regidores del PSOE (6) y los del Grupo Independiente por Carboneras (Gicar, 2). El resultado del pleno fue una incógnita durante las semanas previas a la celebración e incluso se mantuvo la incógnita del resultado hasta el momento de la votación, que fue secreta. Amérigo obtuvo el bastón de mando gracias al voto de seis de los 13 regidores carboneros, frente a los cinco apoyos cosechados por Cayuela. Dos de los ediles votaron en blanco.

Es un gobierno paradigmático, ya que Amérigo y Hernández han tenido fuertes tensiones a lo largo de los años. Tal ha sido el enconamiento entre ambas formaciones que el propio Hernández, ya exteniente de alcalde, acabó siendo inhabilitado durante la anterior Corporación tras una de estas arremetidas judiciales por parte de los socialistas.