Antas celebra los trece años de su Centro de Día con unas jornadas de puertas abiertas

Con motivo del decimotercer aniversario, ayer el centro preparó unas jornadas de puertas abiertas invitando a los vecinos de la localidad a conocer el centro y merendar con los mayores. Previo a la merienda, se celebró un acto en el salón de usos múltiples en el que intervinieron el alcalde de Antas, Pedro Ridao Zamora, el presidente de FAAM, Valentín Sola, y la especialista en neurología del Hospital Universitario Torrecardenas, Josefina Martínez, que explicó a los asistentes en qué consiste la enfermedad del Alzheimer, sus síntomas y medidas no farmacológicas.

Valentín Sola, se mostró muy agradecido con la acogida que tuvo desde el primer momento la propuesta de FAAM para gestionar la residencia de día. «Desde FAAM solo tenemos palabras de agradecimiento con este pueblo. Son muchos los recuerdos que tengo con muchos usuarios que están aquí con nosotros y con los que desgraciadamente ya no lo están, experiencias muy bonitas de la mano de unos increíbles profesionales que aquí trabajan».

El presidente de FAAM afirmó que su intención es que se conozca el centro y lo que hacen en él y poder en un futuro ampliar las plazas. Respecto a esto último, el alcalde de Antas se comprometió a estudiar y ampliar el número de plazas.

Por su parte, Martínez se centró en los síntomas cognitivos asociados al deterioro del paciente. «Lo que primero se ve afectado es a la memoria reciente, no recuerdan que han comido, dónde han dejado el teléfono... Cuando la enfermedad avanza no se orientan temporalmente, es decir, no saben qué día es, si es de noche o de día. Posteriormente, conforme la enfermedad va progresando las lesiones se extienden a otras áreas del lenguaje y muestran dificultades para nombrar a las cosas, comienzan a olvidarse cómo vestir, rostros conocidos, hasta que en el final de la enfermedad llegan a quedarse en estado prácticamente vegetal», explicó la neuróloga.

Para Josefina Martínez, es de vital importancia estimular la actividad cognitiva de las personas mayores para intentar combatir la enfermedad, así como también lo es educar en la convivencia a las personas responsables de un enfermo de Alzheimer. «Ser cuidador no es fácil porque tienen una carga física y a nivel emocional es muy duro enfrentarse a que tú padre no tiene capacidad de raciocinio. Por eso es importante conseguir una colaboración entre paciente y familiar para que el paciente no se irrite ni altere, porque desgraciadamente no son conscientes».

Para concluir el acto y dar paso a la merienda, las niñas del grupo de baile 'Conchi López' deleitaron a los asistentes con su duende flamenco. Como recuerdo de este día el centro regaló a los asistentes un librillo de refranes realizado por los mayores del centro.