Antas intensifica sus labores de desinfección gracias al solidaridad de sus vecinos

La escena se repite en muchas localidades operarios de las brigadas municipales de limpieza realizando labores de desinfección de espacios y edificios públicos y lugares sensibles como contenedores, fuentes, elementos de mobiliario urbano, o el exterior de supermercados, con soluciones de agua con lejía o tratamientos viricidas específicos para combatir contra el coronavirus.

Para agilizar estas tareas y ayudar en la causa, un grupo de vecinos de la localidad de Antas se han ofrecido voluntarios para colaborar en las labores de desinfección. «En estos días la población está siendo testigo de cómo solo unidos se puede luchar contra el virus» comentaba uno de los voluntarios.

El pasado miércoles la comisión de fiestas de las pedanías de Aljáriz y La Huerta donó más de 600 litros de lejía para la desinfección de las calles del municipio. «No es momento de pensar en fiestas, por encima de todo está la salud y el bien común de nuestros vecinos, y nosotros queremos de esta forma aportar nuestro granito de arena. Para que cuando esto pase podamos disfrutar todos de nuestras esperadas fiestas» publicaron en redes sociales los integrantes de esta solidaria comisión.

A raíz de esta altruista donación comenzaron a aparecer empresas y particulares que quisieron poner a disposición del Ayuntamiento más recursos para fumigar el pueblo con sus tractores y cubas agrícolas. Un grupo de voluntarios, coordinados por el Ayuntamiento recorren las calles del municipio con sus tractores y con las máquinas de sulfatar, equipadas con mangueras de agua a presión para continuar así, también durante el fin de semana, las labores de desinfección.

Hasta cinco de estas máquinas están actuando desde la mañana del jueves, en unas tareas que se completan con las que realizan personal voluntario de apoyo a pie. Según el propio alcalde, Pedro Ridao Zamora, se han repartido el trabajo en dos turnos, mañana y tarde, para fumigar todos los rincones del pueblo y pedanías.

El desinfectante que se está utilizando en todos estos servicios es una disolución de agua con hipoclorito sódico (lejía). Según informaciones aportadas por las autoridades sanitarias, hay evidencia de que los virus se inactivan en contacto con una solución de hipoclorito sódico a una concentración al 0,5% durante 1 minuto, o bien al 0,1% durante 5 minutos.

Unos trabajos de desinfección que se repetirán en los próximos días, como fue la llamada para fabricar mascarillas que ha reunido a más de 40 costureras de diferentes generaciones, y ahora es un motivo de alegría que en tiempos del COVID-19 ver a agricultores trabajando de manera altruista codo con codo, para que el pueblo sea más seguro.