Auto Sacramental de los Reyes Magos, toda una tradición en el Levante

Cuando el reloj de la Parroquia de Los Gallardos tocaba las once de la mañana, la Banda Municipal de Música, como cada 6 de enero, ha salido a las calles a sacar a los vecinos más rezagados de sus casas para acudir al encuentro de los tres Reyes Magos.

Una hora más tarde se producía el esperado encuentro en el cruce de la Calle Molino con la Calle la Palma. En ese lugar sus Majestades han unido sus caminos para seguir juntos a la buena estrella que los guiaría hasta el nuevo Rey de Judea.

De esta forma, Los Gallardos ha despedido un año más la Navidad, con una de sus fiestas más importantes a nivel municipal y única en la provincia de Almería, la representación del Auto Sacramental de los Reyes Magos. Esta representación, dividida en seis paradas, escenifica el camino de los Reyes Magos de Oriente hasta llegar a los dominios del Rey Herodes.

La escena más significativa de esta representación narra un pasaje del Evangelio de San Mateo en el que Herodes, rey de Judea, ordena a sus centuriones asesinar a todos los menores de dos años debido a las noticias que los reyes de Oriente le hacen llegar del nacimiento del nuevo Mesías. El auto finaliza con la derrota de Herodes, que ve peligrar su imperio por la llegada del nuevo Mesías y los Reyes Magos de Oriente se alejan del palacio.

Este año, como novedad se ha incluido entre la segunda y tercera parada, una pequeña degustación de vino dulce y pastafloras tradicionales, elaboradas en el horno moruno de la afamada panadería de Sebastián.

Al fin del Auto Sacramental se ha celebrado una misa al aire libre y se ha preparado una comida popular para los numrosos asistentes que no quisieron perderse esta importante cita.

Cabe recordar que este Auto comenzó a representarse en Los Gallardos cuando el municipio era todavía una pedanía perteneciente a Bédar, en el siglo XIX. La tradición se ve interrumpida con la llegada de la Guerra Civil y, tras esta, vuelve a celebrarse la década de los cincuenta para volver a perderse unos años más tarde. No será hasta los años ochenta cuando se recupera por completo la celebración del Auto Sacaramental hasta nuestros días, desde entonces se representa cada 6 de enero sin interrupciones, cobrando más expectación año tras año.