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De Bédar al Nirvana

De Bédar al Nirvana

La comunidad budista Rigdzin Namkha encontró hace diez años en Bédar el lugar perfecto para sus retiros espirituales

María Rodríguez Segura

Bédar

Sábado, 20 de marzo 2021, 00:08

Que la provincia de Almería esconde grandes tesoros es un hecho, y que algunos son completamente desconocidos por los propios almerienses, también. En mitad de la tranquilidad de la Sierra de Bédar se erige desde el año 2010 el centro budista Rigdzin Namkha Dzong, un centro que se dedica a acoger a practicantes del budismo que necesitan tomarse un tiempo de retiro espiritual, aunque desde hace poco están abiertos a todo el que quiera visitar el centro y conocer desde dentro esta milenaria religión.

Sin duda, el entorno sobre el que se ubica este centro no podía ser más idóneo para buscar la paz interior. Según la tradición budista, estos retiros se organizan en lugares próximos a la naturaleza, para alcanzar un estado de calma y alejarse de las 'turbulencias' del día a día... Para llegar hasta allí es mejor olvidarse del GPS, si se quiere evitar algún que otro susto por calles estrechas o dar vueltas mientras aparece «recalculando» en la pantalla. La mejor opción para llegar es preguntar en el Ayuntamiento de Bédar, o a alguno de los vecinos de la localidad que aunque no son practicantes de la religión conocen muy bien el camino hasta el centro y se sienten orgullosos de ser la capital del budismo.

Apenas hay tráfico por las angostas carreteras que llevan hasta el templo budista, tan solo algún que otro vecino que se dirige al pueblo para hacer unos recados rápidos, o senderistas atraídos por las increíbles vistas que la sierra les brinda. Adentrándonos en plena sierra, recorremos lugares como Serena y Los Pinares, pequeñas pedanías de Bédar, caracterizadas por sus cortijos mediterráneos y antiguas fuentes que servían de antiguos lavaderos y aún en uso por alguna vecina, donde parece que se ha detenido el tiempo.

Tras unos 15 minutos de coche, imponentes curvas, alguna que otra subida y bajada, un pequeño tramo de rambla y, prácticamente, llegar al punto más alto de la sierra, se encuentra el centro budista Rigdzin Namkha Dzong, una antigua casa de pastoreo reformada y pintada de rojo, el color característico de los budistas tibetanos, que da su bienvenida a sus visitantes con múltiples banderas de colores. El centro es un lugar en el que desde el minuto uno se respira una tranquilidad, a veces, abrumadora. Desde allí se pueden contemplar los municipios vecinos de Los Gallardos, Turre o Mojácar, y un mar que se fusiona con el azul del cielo.

Imagen secundaria 1 - De Bédar al Nirvana
Imagen secundaria 2 - De Bédar al Nirvana

En el templo se imparten las enseñanzas del maestro budista Rigdzin Namkha Gyatso Rinpoche, quien da nombre al templo, toda una eminencia del budismo que ha ofrecido numerosas enseñanzas en la India y en otros países como Nepal, Estados Unidos, Mongolia, Rusia, Lituania, Holanda y Suiza. El maestro lama imparte enseñanzas donde transmite los puntos clave de la sabiduría del budismo tibetano. Cubre especialmente el desarrollo de la paciencia y la compasión, aplicadas en la vida cotidiana. «Esta parte del budismo te enseña a arreglar lo desarreglado, trabajando en el autoconocimiento y control de emociones y cómo reaccionamos cuando nos invaden sentimientos de ira, celos, estrés...» asegura Luis Romera, practicante de esta religión que lleva nueve años de retiro en el centro de Bédar.

En sus clases, ahora impartidas de forma telemática debido a la crisis sanitaria por la covid, Rinpoche explica clara y profundamente cómo la mente puede ser una fuente tanto de felicidad como de sufrimiento y cómo es posible entrenar la mente para erradicar el sufrimiento y sus causas.

Además, esta comunidad budista tiene otros centros en Barcelona, Suiza, Italia, Lituania e Inglaterra abiertos a cualquier persona interesada en aprender sobre meditación y las prácticas espirituales del budismo tibetano y que ofrecen actividades de estudio y práctica de meditación, así como conferencias públicas y retiros.

Rigdzin Namkha, maestro lama de Bédar

Rigdzin Namkha Gyatso Rinpoche nació en 1967 en Dza-Chu-Kha en la provincia de Kham, Tibet.Namkha Rinpoche estudió durante cuatro años en el monasterio Dzogchen en Kham, Tibet. Luego atendió durante otros cuatro años la escuela budista Namdhun, en Pekín, China. Tras largos años de retiro, fue arrestado y puesto en prisión en Tibet por primera vez en 1990-1991, para terminar exiliandose de Tíbet en 1998.

Hace once años, a través de un matrimonio suizo, conoció la sierra de Bédar y el cortijo, ahora convertido en templo, en el que imparte sus enseñanzas. Poco a poco el templo ha ido cogiendo forma, adaptándose a la cultura budista tibetana. Antes de la pandemia, durante el año, al rededor de 130 alumnos suelen visitar el centro y pasar unos quince días de retiro espiritual. Durante estos retiros, Namkha Rinpoche y otros lamas imparten enseñanzas puntuales para que los participantes descubran y comprendan mejor el camino de la transformación interior. Durante estos retiros que se realizan Drubchös. Un drubchö consiste en una recitación intensiva de un texto sagrado, que incluye visualizaciones específicas (meditaciones), así como sus respectivos mantras.

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Estos rituales se llevan a cabo con un gran respeto por el linaje espiritual de Namkha Rinpoche y de la misma manera que los rituales practicados en los monasterios del Tíbet. Los estudiantes son guiados a través de la energía de estos rituales y entrenados en su práctica.

Recientemente esta comunidad recibió la noticia de la aprobación oficial para contar con un mejorado y ampliado centro de retiros en el municipio almeriense de Bédar. El Boletín Oficial de la Provincia publicó el pasado mes de mayo el edicto del Ayuntamiento de Bédar sobre la tramitación del proyecto de actuación de la construcción de un centro de retiros de la comunidad Rigdzin. Este nuevo edificio estará, según los residentes del centro, «cargado de energía y conocimientos llegados de las importantes reliquias que habitarán en él y que aportarán a los estudiantes grandes conocimientos». Desde la comunidad budista esperan también que más pesonas se interesen en visitar el centro.

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