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Antonia María Parra, en la joyería que regenta. M. R. S.
El día que condenó al cierre total a Huércal-Overa

El día que condenó al cierre total a Huércal-Overa

Comercios y bares huercalenses hacen frente al cese de la actividad no esencial tras superar una sola jornada el índice de contagios fijado por la Junta

MARÍA RODÍGUEZ-SEGURIA

HUÉRCAL-OVERA

Miércoles, 10 de febrero 2021, 23:48

La expresión «en la cárcel y con miedo» define los sentimientos de los comerciantes de Huércal-Overa que hace casi diez días se vieron obligados a bajar la persiana de sus establecimientos. En el interior de las tiendas continúan 'teletrabajando', pegados al ordenador y al teléfono móvil preparando pedidos para sus clientes.

«Nos hemos visto forzados a dar el salto digital, hemos puesto tienda on line pero no es lo mismo que si el cliente entra a mirar y al final acaba llevándose algo», comenta Isa, dueña de Tutú, una tienda de ropa infantil ubicada desde el pasado mes de noviembre en la avenida Guillermo Reyna, una de las principales calles comerciales de la localidad, ahora prácticamente desierta.

La dueña de la tienda de ropa infantil Tutú, atendiendo pedidos on line.

Huércal-Overa comenzó el mes de febrero superando la tasa de contagio por Covid-19 de 1.000 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días para, en los dos días siguientes, situarse por debajo de la misma. Según los datos ofrecidos ayer por el Instituto de Estadística y Cartografía, la localidad huercalense ha reducido la tasa de contagios hasta los 797,7 por cada 100.000 habitantes, unas cifras que alientan a los comerciantes que ven próxima su reapertura.

El mes de febrero está marcado por el día de San Valentín, una fecha donde perfumerías y joyerías ven crecer el volumen de ventas, después de las de Navidad. Antonia María Parra, que regenta una de las principales joyerías de la localidad, ha observado cómo el cierre de la actividad no esencial lleva desde diciembre mermando temporadas de grandes compras.

«Estas restricciones se suman a las que nos impusieron en noviembre empezando la campaña de Navidad, estableciendo un horario de apertura hasta las seis de la tarde y en el que apenas podíamos atender a nadie. Ahora, días antes de la campaña de los enamorados, con una inversión en materiales y existencias, tenemos que permanecer cerrados. Nunca hemos entendido que se nos considere no esenciales. Somos esenciales en el momento en que necesitamos trabajar para comer».

Esta joyera se hace la misma pregunta desde que tuvo que echar el cierre: «¿Por qué unos sí y otros no?». Una cuestión que también se repite entre los vecinos que ven cómo las perfumerías solo pueden vender productos considerados como esenciales pero, en grandes superficies, sí se pueden comprar perfumes para San Valentín y hacer negocio con este día.

«El pequeño comercio no es un foco de contagios. Entonces, ¿por qué se nos castiga?», es una de tantas preguntas que se hacen los comerciantes de Huércal-Overa, que ven cómo su actividad se ha congelado mientras la actividad en la calle continúa y el número de contagios, afortunadamente, desciende día tras día.

Pedidos para llevar, la opción para hosteleros como Pedro, de Movën Pick.

La hostelería, otro sector afectado por las restricciones, se las apaña para poder seguir trabajando, aunque la mayoría ha cerrado. Pedro es el encargado de uno de los bares más castizos de la localidad. El 'Movën Pick' se ha reinventado y desde el día 3 sirve, a través de una ventana, desayunos para llevar. Aun así «no es suficiente», asegura el encargado. «Volvemos a pagar los mismos. Nosotros hemos optado por el servicio 'para llevar' y vamos funcionando, pero hay gente que se mosquea cuando le explicas que no se lo pueden tomar aquí, porque nos llaman la atención, y no viene una segunda vez. Si nos permitieran al menos tener servicio de terraza la cosa cambiaría, porque puedes ofrecer un mejor servicio al cliente».

En ese sentido, la Asociación de Comerciantes de Huércal-Overa asistió el pasado martes a una reunión telemática con el delegado de Salud, Juan de la Cruz Belmonte; la delegada de Gobierno andaluz, Maribel Sánchez; y el alcalde de Huércal-Overa, Domingo Fernández, para compartir impresiones y pedir a las autoridades «flexibilizar las restricciones con el sector» para, de esta forma, «retomar su actividad» y paliar los efectos del cierre, ya que la tasa de contagios está a la baja.

Unas peticiones apoyadas por el alcalde huercalense, quien asegura que la localidad solo ha estado un día en el margen de medidas que supone no solo el cierre perimetral del municipio sino también el cese de la actividad económica no esencial y de la mayor parte de la hostelería.

Para el primer edil huercalense, sería «la ruina» para el comercio continuar cerrado al público por haber sobrepasado en una sola jornada la tasa del millar de contagios para situarse en los 1.029,2 casos por cada 100.000 habitantes.

«Entristece mucho al ayuntamiento y al comercio,. La verdad es que es un varapalo y va a afectar a sus negocios», indica Fernández, cuyo consistorio se encontraba inmerso en una campaña para fomentar el comercio en los días previos a San Valentín que tuvo que ser cancelada por superar, un solo día, la tasa de contagios.

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