La edil de Cs multada por saltarse la cuarentena arremete contra los agentes: «es por temas salariales»

La concejal de Ciudadanos en la localidad de Huércal-Overa, María del Mar Meca, quien ha sido sancionada por la Policía Local por saltarse la orden de confinamiento decretada al ser sorprendida saliendo de una peluquería de su municipio, ha negado que los hechos.

Según ha podido IDEAL, al ser cuestionada internamente, en la formación naranja, sobre los hechos, Meca ha sostenido que «la policía no tiene otra cosa mejor que hacer» y que es «totalmente incierto» que saliese de haberse practicado algún tipo de proceso estético de la peluquería. Es más, ha argumentado que salía del lugar porque había acudido allí a recoger «dos paquetes de mascarillas y unos líquidos» que le habían donado al Consistorio. Huércal-Overa cuenta con puntos de donación físicos -también en el hospital- en los que donar estos productos.

Sin embargo, la regidora ha vinculado este episodio con un conflicto laboral «por temas salariales» que mantiene la Policía Local con Ayuntamiento de Huércal-Overa con el equipo de Gobierno bipartito. «Tenemos a tres o cuatro de la plantilla revueltos por temas salariales y como no se está cediendo a sus chantajes, van a ensuciar», relatan fuentes naranjas que refirió, textualmente, la regidora al ser cuestionada por esta situación en la formación liberal.

El conflicto laboral al que se refiere la edil se hizo público en noviembre de 2019, cuando 19 agentes de la plantilla de la Policía Local de Huércal-Overa solicitaron cambiar su localidad de trabajo ante la negativa del Ayuntamiento a una subida retributiva pactada con el anterior equipo de gobierno y la aprobación de la nueva Relación de Puestos de Trabajo (RPT).

Ciudadanos está analizando la situación en la que se produjeron los hechos y ha pedido a Meca que elabore un informe. Este informe está ya en manos de la dirección de la formación naranja que está estudiando qué hacer con la edil. Cabe señalar que la apertura de un expediente disciplinario podría llegar a suponer su expulsión del partido.

En los Estatutos de la formación naranja señala que los representantes institucionales y los cargos orgánicos del partido «están obligados a mantener una perfecta honradez y de su conducta», así como abstenerse de realizar cualquier conducta que pueda dañar la imagen de la organización. Ahora la formación naranja deberá decidir cómo actuar.