El Hospital Universitario de Bellvitge, donde se atendió pero no se operó a la vecina de Mojácar. IDEAL

La discriminación en la sanidad obliga a una vecina de Mojácar a volver de Barcelona para ser operada

El Hospital de Bellvitge se niega a realizar una intervención quirúrgica de urgencia a una mujer de 75 años por pertenecer a otra comunidad autónoma

Daniel Serrano

Mojácar

Miércoles, 9 de enero 2019, 00:01

Una vecina de Mojácar de 75 años ha tenido que recorrer casi 700 kilómetros de distancia hasta llegar al Hospital La Inmaculada de Huércal-Overa para poder ser operada de urgencia, tras la negativa a ser intervenida en el Hospital Universitario de Bellvitge, en Hospitalet de Llobregat (Barcelona).

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Según el escrito dirigido al Defensor del Pueblo por el hijo de la accidentada, Pedro Javier Montoya, y tal y como relató él mismo a IDEAL, los hechos ocurrieron el día de año nuevo cuando su madre, Pilar, junto con su padre, Pedro, de 80 años, y su hermana, María, enferma de esclerosis múltiple, sufrieron un accidente en una vía pública de Hospitalet al caer en el acceso a unas escaleras mecánicas, viéndose los tres miembros de la familia involucrados.

Las escaleras arrastraron a Pilar y María hacia arriba y Pedro quedó tirado abajo, en el suelo. «Por suerte, unas personas al escuchar los gritos pulsaron el botón de emergencia, pararon las escaleras y alertaron a los servicios de emergencia», relató.

Posteriormente se presentaron en el lugar de los hechos la Guardia Urbana de Barcelona y los servicios sanitarios, que se encargaron de trasladar hasta el Hospital de Bellvitge a los accidentados. Así las cosas, tras las primeras asistencias, María y Pedro fueron dados de alta. Sin embargo, a Pilar se le diagnosticó una fractura bimaleolar en el tobillo izquierdo «necesitando intervención quirúrgica que le negaron en dicho hospital, limitándose a inmovilizar», según comentó Pedro Javier Montoya.

A su vez, el hijo de la accidentada trasladó que su madre tuvo que entrar al quirófano, donde fue sedada para que los profesionales pudieran rectificar la fractura. Posteriormente, desde el hospital aconsejaron a Pilar que adelantase su regreso a Almería, previsto para el día 4 de enero, puesto que consideraban que debía ser intervenida quirúrgicamente. Eso sí, la operación se debería realizar en su hospital de referencia, es decir, en La Inmaculada de Huércal-Overa.

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Así las cosas, tras la negativa a intervenir a Pilar, fue dada de alta durante la mañana del día 2 de enero. «Ante esta situación tuve que emprender viaje en coche desde Mojácar hacia Barcelona mientras que, a la misma vez, unos familiares emprendieron viaje en coche desde Hospitalet hacia Almería. Sobre las 14 horas nos cruzamos a la altura de Valencia, cambiando a mi madre de coche en un área de servicio para que fuera ingresada sobre las 17.30 horas en Urgencias del Hospital La Inmaculada, donde nos atendieron de forma urgente por el traumatólogo de guardia, que le practicó la intervención quirúrgica necesaria sobre las 19.30 horas ya que, según nos informó, este tipo de fracturas pueden presentar complicaciones después de 24 horas si no son operadas», relató Montoya.

Evitar que vuelva a pasar

El motivo de la queja de Pedro Javier Montoya en el escrito al Defensor del Pueblo es la negativa a ser operada de urgencias por el Hospital de Bellvitge por pertenecer a otra comunidad autónoma y, a su vez, no gestionar el traslado a su hospital de referencia, aún perteneciendo ambas comunidades al Sistema Nacional de Salud y a pesar de haberle aconsejado adelantar la fecha de regreso.

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«No entiendo como hoy en día, por pertenecer a otra Comunidad Autónoma y con los adelantos informáticos que hay, ni siquiera tuvieran sus antecedentes sanitarios», lamentó Montoya, quien aseguró que «esto se debe de saber sobre todo para que a nivel político se le busque una solución a este sinsentido. ¿Cómo es posible que dentro de un mismo país no se intercambie una información tan importante como es la sanitaria en una situación de emergencia?».

Cabe apuntar que Pilar ya está operada y en casa en reposo. Igualmente, merece la pena señalar que tanto la accidentada como María y Pedro son nacidos en Barcelona aunque desde el año 1982 residen en Mojácar por cuestiones de trabajo.

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Pedro Javier Montoya también quiso dejar claro que: «no pretendo pedir responsabilidades. Simplemente me siento indignado como español y como catalán, porque yo nací allí y esa también es mi tierra. Mi objetivo con todo esto es poner orden a un sinsentido y evitar en lo posible que le vuelva a pasar a alguien, sobre todo a personas indefensas sin recursos que no hubieran podido solventarlo como lo hicimos».

Por su parte, la alcaldesa de Mojácar, Rosa María Cano, trasladó a este periódico que la sanidad andaluza «no discrimina a nadie. Somos un pueblo turístico y jamás he escuchado que nadie haya sido discriminado y no se le haya operado si ha tenido una urgencia durante sus vacaciones». Además, la regidora mojaquera aseguró que tenía constancia de que «el Servicio Andaluz de Salud no hace esas discriminaciones con quienes nos visitan».

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En la misma línea, la delegada de Salud en funciones en Almería, Francisca Serrano, comentó que «es necesario desarrollar más el principio de solidaridad entre territorios».

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