Garrucha se une para confeccionar mascarillas para la población

De un día para otro las mascarillas se han convertido en un bien de primera necesidad. Las farmacias hace semanas que colgaban el cartel de 'No quedan mascarillas' en sus mostradores, y las autoridades sanitarias insisten en que son solo necesarias para enfermos de coronavirus, los sanitarios que los atienden y para enfermos inmunodeprimidos por su alta probabilidad de caer enfermos. Para el resto de la población no son necesarias, pero aún así las existencias son limitadas.

Son pocos puntos en los que se fabrican estas herramientas de protección, unos 40 en toda Europa. Por este motivo, la Hermandad de Nuestra Señora del Rocío de Garrucha, junto con algunas vecinas de la localidad, han desempolvado sus máquinas de coser y se han puesto manos a la obra para confeccionar mascarillas y donarlas al Ayuntamiento de Garrucha.

«Ante la falta de mascarillas que están demandando nuestros sanitarios y la población en general hemos decidido organizarnos para trabajar en nuestro taller para confeccionar mascarillas» comentan desde la Hermandad. Así mismo invitan a todos los interesados a colaborar en la elaboración en esta necesitada labor, poniéndose en contacto con la hermandad a través de Facebook.

Una vecina costurera de profesión ha confeccionado 200 mascarillas de forma altruista para donarlas al Ayuntamiento de Garrucha. «Las he donado para que las destinen al colectivo que consideren oportuno» afirma esta garruchera.

Desde el Ayuntamiento de Garrucha afirman que «decenas de empresas y vecinos se han sumado a la causa y están aportando su granito de arena».

Por otro lado desmienten que hayan repartido mascarillas caducadas a la Policía Local. «En estos días, tanto el Centro Médico como fuerzas de seguridad están recibiendo donaciones de empresas locales. Una en concreto, donó una caja de las condiciones de las mismas. En el mismo momento que se abrió esta caja, se apartó y no fue utilizada por ningún efectivo».

De la misma forma, lamentan que la buena fé de un vecino pueda verse manipulada. Es momento de remar todos a una».