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A. Amate / E. P.
Almería
Martes, 4 de marzo 2025, 23:44
La visita a Carboneras de María Jesús Montero, ministra de Hacienda, en su carrera hacia el –ya confirmado– liderazgo del PSOE de Andalucía elevó el debate sobre el derribo del hotel Azata del Sol del Algarrobico. Montero anunció el pasado 10 de febrero, a los pies de esta mole de diez plantas y más de 400 habitaciones sin uso, que el Gobierno de España va a expropiar los terrenos, tras declararlos de utilidad pública, con el objetivo de efectuar la demolición.
Esta declaración de la también vicepresidenta del Gobierno avivó las ascuas de una de las polémicas medioambientales de mayor calado de la provincia, enquistada desde hace dos décadas entre tribunales y trabas burocráticas. Pero el Ejecutivo central está decidido a tomar cartas en el asunto y derribar el inmueble. Ayer mismo, como estaba anunciado, se reunió la comisión mixta para el seguimiento de la recuperación de la playa del Algarrobico, convocada por la Junta deAndalucía.
El delegado de Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, trasladó ayer que el Ministerio para la Transición Ecológica (Miteco) «sigue adelante con su proceso de expropiación» de parte de los terrenos, para lo que ya ha preparado los primeros trámites, toda vez que espera que la Junta «se sume a este propósito» como vía para restaurar el terreno.
Según explicó, en la reunión de la comisión mixta entre laJunta y el Gobierno se pudo «profundizar en los procesos de expropiación y de posterior demolición» del hotel en base a la declaración de utilidad pública hecha en Consejo de Ministros de la zona de servidumbre marítimo-terrestre que ocupa parte del establecimiento.
Fernández valoró la expropiación como vía para agilizar el derribo del inmueble, en contraposición al parecer de la Administración Andaluza.
El propio presidente andaluz, Juanma Moreno Bonilla, aseguró ayer durante su visita a Almería que «el camino más rápido» para conseguir derribar el hotel pasa por el cumplimiento de las sentencias judiciales encaminadas a la revisión y, en su caso, anulación de la licencia de obras y no por la expropiación de los terrenos, sentido en el que ha pedido la «máxima cooperación» de todas las administraciones.
Cree Moreno que la vía de la expropiación puede derivar en «otro litigio de varios años», por lo que ha desconfiado en el que hotel pueda iniciar su derribo en los próximo meses conforme las previsiones que ofreció María Jesús Montero. «Nosotros lo que queremos es que esa mole, ese gran monumento a la irregularidad medioambiental que hay allí, de una vez por todas desaparezca», insistió.
Tras la reunión
Más allá de estas declaraciones, tras el encuentro de la comisión de seguimiento de ayer, la Junta de Andalucía remitió un comunicado en el que lamentó que el Gobierno de España «no haya sabido explicar y aclarar» cómo va a proceder al derribo del hotel Algarrobico. Según trasladó el Ejecutivo andaluz, el Gobierno de España, a través de la Dirección General de la Costa y del Mar, reconoció que esta nueva vía judicial de expropiación «no estaría exenta de recursos judiciales» y que es «imprescindible» la revisión de la licencia y su anulación para dar cumplimiento a las sentencias judiciales dictadas hasta la fecha.
Esto último es lo que ha defendido la Junta, que se ha personado en el caso para ejecutar la sentencia con el objetivo de que se inste al Ayuntamiento de Carboneras a iniciar la revisión de la licencia. La reunión de este martes abordó diversas cuestiones, entre ellas la situación generada tras el acuerdo del Consejo de Ministros sobre la declaración de utilidad pública de determinados terrenos del Hotel El Algarrobico.
Esta decisión supone un cambio respecto a la postura mantenida hasta la fecha por el Gobierno de España, que ya inició en 2006 un proceso similar y acabó renunciando al mismo por las dificultades que entrañaba, remarcó la Junta.
Desde el Ministerio, apuntó por su parte del delegado del Gobierno, han trasladado a la Junta que en los próximos días saldrá publicada la relación de bienes y derechos de necesaria ocupación y se abrirá un trámite de información pública de 15 días; «un paso más para avanzar en la expropiación de los terrenos sobre los que se ubica el hotel ilegal».
Para el Gobierno, el camino de la expropiación es lo que «hará posible la demolición» de la edificación afectada parcialmente por su cercanía a la línea de costa, si bien otra parte del hotel se sostiene sobre el terreno del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, competencia de la Junta y sobre el que la administración autonómica debería acompasar acciones para recuperar los suelos en caso de seguir la propuesta del Ejecutivo central.
El alcalde quiere que «se tenga en cuenta» a su municipio
Las voces que ayer se alzaron en torno a la celebración de la comisión mixta de seguimiento sobre el Algarrobico fueron múltiples y de todos los 'colores' políticos. La primera el alzarse fue la del alcalde de Carboneras, Salvador Hernández (CS), quien solicitó tanto a la Junta de Andalucía como al Gobierno central que «se escuche» y «se tenga en cuenta» la opinión de su municipio en la comisión, en la que se aborda cómo proceder a la recuperación del paraje y en la que el Ayuntamiento «nunca» ha participado desde que se constituyó en 2011.
Hernández indicó también durante la tarde de ayer que se había dirigido por escrito Gobierno de España y a la Junta de Andalucía para la creación de una mesa de trabajo «en la que participen las tres administraciones» para desarrollar un trabajo «conjunto» de cara a resolver el «conflicto» del hotel.
Vox e IU, por el derribo
El portavoz del grupo parlamentario Vox en el Parlamento de Andalucía, Manuel Gavira, abogó, por que «se derribe de una vez por todas» el «mamotreto» del hotel ubicado en la playa del Algarrobico. Gavira subrayó que «hace 13 años, el Gobierno de España y la Junta de Andalucía llegaron a un acuerdo para derruir el Algarrobico», pero «el mamotreto sigue allí».
«Esperemos que ahora ya sea la definitiva y se eche abajo un edificio que nunca se debió construir», manifestó ayer, por su parte, la portavoz del Grupo Parlamentario Por Andalucía y representante de Izquierda Unida Andalucía, Inmaculada Nieto, para quien es crucial, además, que «se restituya el equilibrio medioambiental que tanto afectó una construcción que estaba donde no debía».
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