En el minuto cero del desastre
«No esperamos reconocimiento alguno, te quedas con eso que queda cuando haces las cosas que debes y las haces bien»
Domingo, 10 de mayo 2020, 22:35
En el minuto cero del desastre, ellos estuvieron ahí. Les podríamos llamar héroes, pero realmente, se quedaría corto un término tan manido para una labor que ha trascendido el confinamiento y el distanciamiento, porque su trabajo por los demás y por todos ha llegado más allá del Levante, de Almería y de España… No son médicos, pero han salvado vidas. No son policías ni guardias civiles, pero han protegido a los que lo necesitaban. No han salido de casa, pero han llegado hasta Inglaterra. Han sido el primer escudo en un campo de batalla sin trincheras, en un 'bombardeo' que llegó por sorpresa.
Publicidad
Y en ese minuto cero se empezó a poner en marcha una maquinaria impulsada por esa responsabilidad social, por las ganas y la imperiosa necesidad de proteger a quienes estaban ya en la primera línea de una inesperada 'guerra' sin cuartel. Y pusieron sus conocimientos, recursos, horas… pusieron su trabajo voluntario, implicado e impagable, al servicio de todos los que tenían la misión de curarnos, de protegernos, de velar por los más vulnerables, de luchar por no dejar a nadie en el camino… en el frente, cara a cara, con la Covid-19.
Ricardo, Alfonso, Jorge, José Antonio, Sócrates y Francisco Jesús, armados con impresoras 3D y con munición propia y donada y con un equipo mucho más numeroso, de casi 100 personas, integrados en el grupo denominado Fablab Zona Norte de Almería, fabricaron esos primeros escudos que permitió a sanitarios, profesionales de los centros de mayores, miembros de Protección Civil y cuerpos de seguridad, luchar en esos primeros momentos de desasosiego, de incertidumbre, de miedo contra la amenaza mundial del coronavirus.
Protegieron a quienes nos protegen a base de cooperación, de espíritu de equipo, de colaboración con la Administración local, empresas y particulares que, conociendo su gran labor, no dudaron en ofrecerse y surtirlos del material necesario para continuar imprimiendo los escudos más fuertes.
«Funcionamos juntos», remarca Ricardo Rodríguez, el profesor de Tecnología del IES Jaroso en Cuevas del Almanzora, que nos explica cómo se montó, se engrasó y se puso a trabajar una maquinaria de tal urgencia a base de voluntades y de organización.
Publicidad
«Me contactó José Vicente, un profe de tecnología como yo, de Huércal-Overa, comentándome que se había formado un grupo de personas a nivel andaluz que se dedican a la impresión 3D de material de protección sanitario», hablamos con el Ayuntamiento para darle difusión a la iniciativa y formar un grupo de gente con impresoras 3D con el fin de fabricar pantallas de protección, Alfonso Pérez fue el primero que me llamó y empezamos a funcionar y terminar de montar el miniequipo de Cuevas».
El alcalde y la concejala Isabel de Haro, continúa, «nos ayudaron en todo momento para conseguir material. A nivel de Andalucía empezamos a crecer, hasta los 1.900 actuales, por lo que tuvimos que subdividirnos en provincias y en zonas. Nosotros, los de la zona Norte de Almería vamos desde el Levante, la comarca de Los Vélez y la zona del mármol. Nos organizamos para que cada grupo pudiera abastecer primero a lo más cercano y urgente y después a las peticiones que nos fueran llegando de forma grupal, manteniendo en todo momento una comunicación y coordinación exhaustiva, hemos llegado a todas las demandas».
Publicidad
Y así… sin parar, con ganas y entusiasmo, rediseñando los modelos para hacerlos más cómodos y eficaces, y sintiéndose de esa forma en que uno se siente cuando sabe que hace lo que tiene que hacer, implicando a sus familias en esta acción social impagable… han fabricado más de 1.000 pantallas en Cuevas del Almanzora, y más de 7.600 para toda la zona Norte de Almería.
Ahora, en el inicio de una desescalada que debe llevarnos a una 'nueva normalidad' aseguran estar más tranquilos porque el primer golpe fuerte está parado y porque, ahora, ya hay industrias que comienzan a fabricar lo que ellos han estado haciendo a nivel 'artesanal'. «Hay que dejar paso, pueden hacerlo a nivel industrial y porque es necesario que se active la economía».
Publicidad
Fablab Zona Norte de Almería ha sido esa muestra que nos devuelve a la confianza en el ser humano: «El movimiento ciudadano ha sido impresionante», exclama sin dudar Ricardo. «Se ha hecho un trabajo digno y estamos funcionado porque la gente se ha mojado y eso es digno de alabar», aunque asegura que «nadie espera un reconocimiento, nos queda eso que queda cuando has hecho lo que podías y lo has hecho bien».
Suscríbete durante los 3 primeros meses por 1 €
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión