El Nazareno de Antas vuelve a su Iglesia tras una restauración integral

La Hermandad decidió restaurar la talla, que sufría graves problemas estructurales, para frenar los importantes deterioros que estaban dañándola, entre los que destacan grietas entre los ensamblajes, la inestabilidad de la imagen con la peana, así como la falta de dos dedos de la mano.

La imagen, de tamaño natural, policromada y tallada en madera, se encontraba muy deteriorada, debido al paso de tiempo y numerosas intervenciones inadecuadas. De esta forma, ha sido sometida a una serie de estudios previos y a un tratamiento integral de restauración de acuerdo a los valores propios de una escultura devocional de este tipo.

El restaurador destacó que tras los trabajos realizados en la imagen, esta ahora goza de una mayor estabilidad.

Tras la celebración de la Santa Misa, donde se llevó a cabo la bendición de la nueva Cruz de Nuestro Padre Jesús Nazareno, el restaurador realizó una pormenorizada explicación de todos los trabajos realizados en la restauración, con imágenes que evidenciaban el antes y el después. Algunos de los trabajos llevados a cabo por el restaurador han sido el relleno de los ensambles de la imagen, entre el cuerpo y la peana para que la imagen pueda aguantar bien su propio peso. Aquí, el restaurador eliminó un soporte que se había añadido años atrás con el fin de asegurar la imagen a la peana, pero que a la larga estaba siendo una lacra, asegurando así la estabilidad de la imagen con la base. «Había partes del cabello en las que se apreciaba que alguien había limpiado con producto la imagen y que terminó dañándola», comentó el restaurador, quien a su vez aconsejó que la mejor forma de mantener la imagen es «limpiarla con un plumero suave, sin productos que afecten a la madera».

Al concluir la exposición de Gilabert, el Hermano Mayor de la Hermandad de Antas, Juan Luis Cano Zamora, nombró al restaurador hermano y le hizo entrega del medallón de la Hermandad de Semana Santa de Antas, como gesto de gratitud por su gran trabajo.

Nacido en Arboleas, Joaquín Gilabert es licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla, especialista en Conservación y Restauración de Obras de Arte. Ha trabajado durante más de diez años para el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico y, en la actualidad, colabora con el Museo Picasso de Málaga y la Fundación Ibáñez-Cosentino, entre otros, además de desarrollar su actividad como 'freelance'.

Entre sus trabajos destacan la restauración de la Virgen del Saliente, el Santo Cristo del Bosque de Bacares, la Inmaculada de Adra y el Ángel de la Santa Cruz del Voto de Canjáyar.

La profesionalidad del restaurador ha quedado reflejada de nuevo en el gran resultado obtenido en el Nazareno de Antas, que ahora ha pasado a ser uno de los muchos trabajos que engrosan el currículum del restaurador.