El aparcamiento para la playa carbonera de Los Muertos estará listo en el mes de julio

 

Un proyecto que fue presentado el pasado mes de abril y al que se le dio elvisto bueno por parte del Director Conservador a través de un informe emitido el pasado 14 de mayo, según fuentes municipales.

En definitiva, se ha llegado a la conclusión que el aparcamiento y, por tanto, la comodidad para los miles de turistas que cada verano visitan la zona, es compatible con la conservación de los recursos naturales del Parque Natural.

Eso sí, dicho informe incluye «una serie de condiciones a cumplir por el Gobierno de la localidad almeriense, entre las que destacan la siembra en la zona del aparcamiento de gramíneas anuales tipo cebada cuando finalice la temporada estival, al objeto de asegurar la viabilidad de la plantación con las primeras lluvias otoñales; así como la utilización de materiales que logren una mayor integración paisajística o la restauración de las zonas que hayan podido verse alteradas durante el transcurso de las obras».

Así pues, el Ayuntamiento ha comenzado a acometer estas obras, con la intención de tener terminado el aparcamiento en los primeros días de julio para ponerlo en funcionamiento y dar servicio a los visitantes de esta playa. El propio Consistorio se compromete a promover el buen uso de las instalaciones, así como de la propia playa, a todos aquellos que acudan a la zona, entregando información para motivar a la colaboración para conservar el Parque Natural en armonía con los recursos necesarios.

El alcalde de la localidad, Salvador Hernández, muestra su satisfacción «con esto se mejorará considerablemente la problemática y peligrosa situación que cada verano padecían los usuarios de dicha playa. Desde el Ayuntamiento buscamos que los turistas que visitan Carboneras encuentren las máximas comodidades».

Problema resuelto

La problemática y polémica surgida el verano pasado entorno a la playa de Los Muertos se originó cuando el Ayuntamiento carbonero empezó a realizar un parking al aire libre y cobrar tres euros considerando la posibilidad de facilitar el acceso y la estancia en la zona a las personas que acudían. Sin embargo, la delegación de Medio Ambiente inició un expediente sancionador alegando que se habían comenzado a hacer movimientos en lugar no autorizado y sin los permisos correspondientes para ello.

Ante esto, el Consistorio carbonero tuvo que precintar el aparcamiento y el asunto concluyó con una multa a la administración local de 600 euros. De hecho, la actuación que se empezó a llevar a cabo podía ser autorizable, como así se ha demostrado después, en la mayor parte.

De esta forma, se zanja una polémica, con unas obras que supondrán, según el propio alcalde, una mejora en las condiciones en las que pueden acercarse hasta el lugar los turistas y vecinos, y además se comprometen a preservar y cuidar este entorno natural y privilegiado y compatibilizar su conservación con la actividad turística.