Los empresarios de Mojácar temen perder actividad con las ‘restricciones musicales’
¿Dónde radica el problema del botellón, cómo se puede eliminar totalmente y cómo se compatibiliza la actividad de ocio nocturno y el descanso de los vecinos?. Quizás sean éstas las preguntas cuya acertada respuesta suponga un buen futuro para Mojácar. Y es que ya han comenzado a plantearse enla zona las medidas que deben tomarse para acoger las temporadas turísticas sin que salte, como sucedía el pasado verano, la alarma por botellón o por miles de quejas respecto a ruidos y problemas, con la consecuencia de la mala imagen que se pueda llegar a crear de un pueblo eminentemente turístico y elegido por mucha gente para pasar su tiempo de descanso y ocio.
Jennifer Simón Carrión
Martes, 10 de mayo 2016, 10:00
La restricción de horarios y de música en los chiringuitos y bares es un tema que preocupa y mucho al sector por cuanto puede suponer un recorte brutal en su actividad, y por extensión, en los puestos de trabajo que se crean, en definitiva, en la economía y el turismo, sector estratégico para la localidad. Así se lo han dicho a la alcaldesa de Mojácar, Rosa María Cano, en una reciente reunión de trabajo a través de la Asociación de Comerciantes y Empresarios de Mojácar, ACEM, que preside Karin Schröter, que también ha mostrado su compromiso de establecer un marco de colaboración y comunicación continua con el Ayuntamiento «para hacer frente a los retos del municipio en todos los ámbitos y atraer al turismo de calidad que le caracteriza».
Y, en este punto, los empresarios han lanzado sugerencias a la primera edil, quién aseguró en una emisora de radio local que las restricciones de horarios y 'ruidos' venían ligadas al botellón, una visión que no comparten en el sector hostelero, que consideran que «el botellón esta causado por un turismo de uno o dos días, que ni se alojan en hoteles ni consumen en negocios de hostelería y restauración, mientras que, por el contrario, el turismo de familias sí busca buena música y establecimientos nocturnos con ocio de calidad, en los que Mojácar ha sido referente siempre en la provincia.
En este sentido, los empresarios no atribuyen una relación directa entre el botellón y la música de los establecimientos turísticos (hoteles, bares, terrazas o chiringuitos), ya que no es el tipo de empresa que atraiga al botellón».
Es más consideran que «las restricciones en materia de horario y música en los establecimientos turísticos regulados solo servirían para recortar la actividad empresarial, especialmente en unos momentos de enormes dificultades económicas y de supervivencia para las empresas de Mojácar; con el peligro que, además, ello supondría de efecto contrario con el crecimiento del botellón y la aparición de otro tipo de actividades ilegales como los lateros».
Por todo ello proponen, «intensificar su lucha contra el botellón en redes sociales, también elaborará un cartel específico para sus establecimientos advirtiendo que el botellón está prohibido y prepara junto a sus chiringuitos asociados un programa de eventos deportivos en la zona del parking durante algunos fines de semana en verano para ocupar, con actividades alternativas, la zona más afectada por el botellón. Además, Los empresarios de ACEM incrementarán su vigilancia para no vender alcohol, cubitos, ni vasos de plástico a las personas que no consuman dentro de sus bares o restaurantes y realizará una campaña de difusión general para que ningún establecimiento o comercio venda cubitos o alcohol después de las 21 horas».
Los representantes de ACEM han pedido a la regidora que «intensifique los controles contra el botellón a partir de Semana Santa; que haya una señalización permanente advirtiendo de su prohibición y que se incrementen las multas que acaben con el desagradable espectáculo de orines, botellas, bolsas y basuras en vía pública y en playas».
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