Guardia Civil y Policía Local localizan a un niño de tres años perdido en Pulpí

Sobre las 21'20 horas, los agentes de la Guardia Civil reciben una llamada telefónica por parte de la Policía Local de la localidad, alertando de la desaparición de un niño, de tan solo tres años, estando en la zona, intentando localizarlo, un vigilante de seguridad y el padre del menor.

 

Personados en el lugar de inmediato, los agentes recopilan toda la información posible del padre del niño perdido, coordinando la búsqueda entre todos los participantes e intentado acotar la zona a rastrear, para comenzar con la búsqueda lo antes posible y evitar la oscuridad de la noche, con los riesgos que ello conlleva para un niño de esa edad.

La zona acotada y por la que, tanto Guardia Civil, Policía Local, el vigilante de seguridad y los padres del niño, realizan la batida, se trata de una urbanización en la que solo se han diseñado las calles y otros elementos de subsuelo, como arquetas y canalizaciones, si bien existen grandes desniveles y zonas con vegetación leñosa bastante densa, así como estanques de agua pertenecientes a un campo de golf abandonado.

Tras unos 30 minutos de intensa búsqueda, uno de los componentes de la Guardia Civil que participan en el dispositivo, escucha el llanto del niño que proviene del interior de una parcela con vegetación arbórea espesa, situada en la parte sur de la urbanización y a unos 700 metros del punto de partida, acudiendo de inmediato a la zona y localizando al menor perdido.

Una vez localizado el menor y en manos de sus padres, que comienzan a tranquilizarlo, los agentes comprueban que el niño ha perdido calzado y pantalones, caminando con tan solo con una camiseta y descalzo, con vegetación seca y pinchos en los pies, verificando que no presenta lesión o herida alguna.

Tras este gratificante final, para el pequeño y sus padres, como para los participantes en la búsqueda, los agentes tienen conocimiento que el menor elude la atención de su padre y se ausenta en un breve instante del lugar, en el momento en que el padre atiende a un bebé, hermano del niño localizado, que no cesaba de llorar en el carrito porta bebés.