Pescadores de Garrucha aseguran que siguen 'sin rastro' de la gamba roja en su litoral

La gamba roja reaparece en la zona del litoral de Almería y Águilas, pero en Garrucha sigue sin haber rastro de ella, según explica el patrón mayor de la Cofradía de Pescadores garrucheros, Gaspar Jiménez. El problema, según diversas fuentes, parece deberse a cambios de temperaturas y corrientes que llevan a la larva de la gamba a profundidades mayores de las habituales. El fenómeno de la desaparición casi total de este apreciado crustáceo causó estupor en la costa levantina de Almería. Jiménez aseguraba que en treinta años en la mar nunca había sucedido algo así. «El pasado lunes salieron dos barcos de arrastre para probar, y se trajeron en total menos de tres kilos de gamba», afirma, a partir de ahí, la mayoría de la escasa flota está parada. La voz de alarma se daba en el mes de agosto, momento en el que es más necesario que nunca suministrar la famosa gamba roja a los hosteleros de la zona, momento de auge turístico y gastronómico, y momento, este año, de desconsuelo, al tener que traer la gamba de otros lugares para servir a los restauradores.

Jennifer Simón Carrión

Martes, 10 de mayo 2016, 10:15

«Nos faltaba esto», aseguraba Jiménez, «después de un año horrible, con las riadas y la suciedad en los caladeros y los problemas que hemos arrastrado, ahora nos hemos quedado sin gamba. Todavía, además hay un caladero, el del Playazo, uno de los más ricos que sigue siendo impracticable desde septiembre del año pasado». Las cataratas submarinas explicarían las desapariciones temporales de gamba roja en el Mediterráneo, sumergiendo sus larvas a más de mil metros de profundidad, según un estudio dirigido por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y el Instituto Español de Oceanografía (IEO). Se darían en periodos de tiempo de entre 6 y 11 años en el Mediterráneo, aunque según los trabajadores del sector en la zona del Levante, ellos nunca lo han apreciado. Ante el negativo impacto de esto para el sector pesquero, el estudio afirma que hay una cara positiva y es que «la acción de las cataratas submarinas favorece, en realidad, los procesos de reproducción de la especie puesto que se fertilizan sus fondos de cría, fenómeno que propicia el crecimiento y recuperación de la población en los años siguientes, sería un mecanismo de mitigación de la sobre explotación». A pesar de que los pescadores aseguran que siguen sin 'ver' la gamba en Garrucha, fuentes de la subdelegación del Gobierno en Almería, afirmaban que sus últimas noticias eran que todo está volviendo a la normalidad y que los problemas que hubo se estaban resolviendo, problemas que derivarían de factores biológicos y climatológicos.

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