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‘Admirando’ la geología bedarense

Llegaron un sábado 15 de marzo, con un sol primaveral y un recibimiento igual de caluroso, al pequeño y blanco pueblo de Bédar, en plena sierra y cargado de armonía y tranquilidad. Los 25 jóvenes con sus tres profesores, alegres y dispuestos a disfrutar de lo que el entorno les ofrecerá durante quince días de trabajo de campo y también de ocio mediterráneo y español. Su curso dura hasta este fin de semana y el primer día fueron recibidos por el alcalde de Bédar, Ángel Collado, la concejala de cultura, Ana María Jódar, en la Casa de la Juventud donde les enseñaron todos los medios materiales que ponían a su disposición para que se sintieran mejor que en casa, y les agradecían que hubieran elegido Bédar para su curso anual de geología de la facultad Nancy.

Jennifer Simón Carrión

Martes, 10 de mayo 2016, 08:28

Este proyecto no nació ayer, ha sido el resultado del interés del lugar, científica, didáctica y logísticamente hablando, y del empeño también de Bédar Sostenible a través de Juan Antonio Soler. Precisamente, este colectivo entregó a los estudiantes todo el material necesario para sus trabajos: linterna, casco, chalecos, entre otros. La recién formada asociación Eco Center Bédar también puso su grano de arena y avanza una posibilidad de que desde otras universidad europeas puedan llegar estudiantes al lugar. El científico y también impulsor del proyecto, el profesor Christian Hibsch, hizo de traductor durante el encuentro de los estudiantes y los otros dos profesores Albert Galy y Cédric Carpentier, con las autoridades locales, y manifestó los encantos, más allá de los geológicos, de la zona, asegurando que suele pasar que después muchos de los que vienen a través de este curso después repiten la visita por turismo, vacaciones, con amigos o familiares. En cuanto a los estudios en sí, Hibsch, aseguró que «nuestras actividades en las cordilleras béticas se iniciaron en 2009 . El objetivo era doble, desarrollar un proyecto de investigación sobre la comprensión de las percolaciones de fluidos mineralizantes en la corteza y sobre la posibilidad de organizar un curso de geología para nuestros estudiantes de la 'Université de Lorraine'. Los trabajos de prospección se extendieron desde Mazarrón hasta Lucainena de las Torres, para finalmente optar por focalizar nuestra atención en la zona minera de Sierra Almagrera, donde los depósitos están alineados a lo largo de una falla principal asociada con un vulcanismo relativamente reciente. Con el inicio de un doctorado en 2010, se desarrollaron colaboraciones con la Universidad de Granada y también, con Juan Antonio Soler, con el que contacté gracias a su blog sobre las minas de Bédar y con el que tuve el placer de encontrarme sobre el terreno. Poco a poco, y gracias a este contacto, empezamos a interesarnos en la problemática científica de las minas de hierro de las Sierras de Bédar, Alhamilla, de los Filabres. Anteriores a los depósitos de la zona tectónico-volcánica precedente, los depósitos de hierro en estas sierras muestran una distribución muy diferente de los de la zona de sierra Almagrera. Durante mucho tiempo, estos yacimientos han sido considerados como concentraciones antiguas de hierro formadas durante el Triásico. Este nuevo enfoque lleva a considerar interpretaciones alternativas, en las que se tienen en cuenta el impacto de la tectónica alpina en la creación de estos depósitos de mineral de hierro. De esta manera se contempla la hipótesis de que estos depósitos se deban también a concentraciones ocurridas durante la etapa de orogenia alpina (Cenozoico) y no solo durante el periodo triásico. Por el gran interés que supone este nuevo enfoque, y debido a la excelente acogida que nos ha brindado el pueblo de Bédar, tanto por la colaboración científica como para nuestro alojamiento en el lugar, nos decidimos a organizar las siguientes misiones utilizando el pueblo como base de operaciones». Así, el departamento de Ciencias de la Tierra de la Facultad de Ciencias y Tecnologías de Nancy (Université de Lorraine) organiza por vez primera cursos de formación en el terreno fuera de las fronteras francesas y todos esperan que no sea la última. De esta forma, y con el apoyo decidido de las partes, la cesión de una sala de trabajo por parte del consistorio, los equipos de seguridad por parte de Bédar Sostenible, y material como batería, botiquines, una impresora-escáner A3, los jóvenes y futuros geólogos conocen la zona, y este fin de semana tuvieron la oportunidad de realizar varias visitas guiadas, una de ellas a una de las minas de Bédar, en la que se aprovechó para exponer los numerosos atractivos geo-turísticos de esta región con una arqueología minera tan rica y tan bien documentada. Por otra parte, Hibsch quiso agradecer a todos los que han apoyado la iniciativa, «con unas condiciones técnicas y financieras tan favorables que facilitaron la validación del proyecto por parte de nuestro Departamento de Ciencias de la Tierra». Y así, estos días de final del invierno y ahora ya principio de la primavera, se ha despertado el interés por el patrimonio y la riqueza de la tierra en Bédar, a través de estudiosos 'de fuera', pero siempre, gracias al impulso de quienes aprecian lo suyo y quieren divulgarlo y 'aprovecharlo' para el pueblo que les vio nacer.

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