Calle en Águilas a uno de los héroes del accidente de Palomares

Gracias a su diligencia y habilidad consigue rescatar al comandante del bombardero Charles Wendorf y su copiloto M. Rooney en menos de 20', evitando una segura hipotermia. Sin botiquín, con sólo estopa del motor y cinta aislante, cierra una profunda herida en el glúteo de Rooney y así consigue que cese la hemorragia. A iniciativa de un reducido grupo de ciudadanos y, con la colaboración de la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Águilas, se celebró un homenaje en el Auditorio de Águilas a inicios del pasado año que resultó bastante emotivo. Allí pudo conversar con uno de los pilotos del helicóptero español que ayudó en el rescate, así como con el comandante Charles Wendorf, a través de videoconferencia, tras 47 años del rescate. Bartolomé, que además de valiente y generoso, es muy humilde, no terminó de entender el acto. Repitió varias veces: si yo sólo hice lo que tenía que hacer. En el Homenaje los asistentes pudieron enterarse que no era la primera vez que salvaba vidas, ni tampoco la última. Únicamente recibió una medalla de bronce, para pasar a ser uno más de los héroes olvidados del Accidente de Palomares. Aunque sean 48 años más tarde, con su nominación a una calle del pueblo que le vio nacer, se rescata justamente del olvido y se le ubica en el lugar que justamente le corresponde en la historia inconclusa del accidente. Mientras, la población de Palomares espera pacientemente a que se descontaminen definitivamente las 40 hectáreas restringidas a cualquier uso por parte de los gobiernos de los Estados Unidos y España.