Trabajadores en el limbo, suciedad e inseguridad en el Puerto de Garrucha
El Puerto de Garrucha: el deportivo, el comercial y el pesquero acumulan las basuras de hace ocho días, después de pasar unas jornadas de Semana Santa dando un pésima imagen a los visitantes y haciendo lamentable y desolador el día a día de los vecinos, empresarios y trabajadores que residen o ejercen su profesión en uno de los puntos más importantes de la localidad. La decisión de dejar de prestar el servicio de marinería en todos los puertos andaluces (en Almería: Roquetas de Mar, Adra, Carboneras, Villaricos y Garrucha) que tomó la Agencia Pública de Puertos de Andalucía (APPA) dependiente de la Junta y que se hizo efectiva el 1 de abril ya está suponiendo unas consecuencias más que visibles.
Jennifer Simón Carrión
Martes, 10 de mayo 2016, 10:27
En el puerto deportivo y en el pesquero, las papeleras y contenedores rebosan las basuras y prolongan el reguero de suciedad por todo su alrededor. Los que antes se encargaban de que eso no sucediera, en el caso de Garrucha cuatro personas, observan desde hace más de una semana esta penosa imagen, sin poder hacer nada, porque se les retiraron todas las llaves y materiales para hacer su trabajo, pero, sin embargo, nadie les ha despedido aún, ni les ha dado un finiquito, ni les ha comunicado oficialmente nada de nada, así que sí, van a trabajar, pero no trabajan. «Sabemos que seguimos dados de alta en el Seguridad Social, pero nada más. No sabemos nada más, lo único que nos dijeron en el Puerto que ya la empresa Alvac ya no era la que hacía el servicio, así que teníamos que devolver llaves y enseres, pero la empresa no nos ha dicho nada», apuntó uno de los empleados 'en el limbo' que lleva más de nueve años cuidando del puerto, de que funcione correctamente, de ayudar en los atraques, suministrar los servicios básicos de luz y agua a los barcos que recalan en el puerto, de cobrarles, de avisar si había alguna avería, de llamar incluso a los negocios si había alguna puerta abierta dando así seguridad a quiénes pagan por ser usuario del puerto, además de limpiar y otra serie de servicios, que hoy ya no prestan, que no hace nadie y que, lo peor, no se sabe ni cómo ni cuándo se resolverá la situación. ¿Gestión? La historia, según explicaron estos trabajadores, está en que no hubo acuerdo entre la empresa concesionaria Alvac y la APPA. La segunda sacó un concurso para el servicio, tras cumplirse el contrato de Alvac y esta no aceptar una bajada de presupuesto, ya que la única forma de aceptarlo sería con más bajadas a los empleados, algo que los sindicatos no compartieron. De hecho, eso hubiera sido mermar unos ingresos ya de por sí por debajo del ' mileurismo' de los trabajadores además de añadirles horas de trabajo, entre otras cosas. «Se sacó un concurso, al que concurrió una empresa que después se retiró y se habló de que Alvac estuviera seis meses más en el servicio hasta que se sacara un nuevo concurso, pero parece que no llegaron a acuerdo de presupuesto, y las consecuencias han sido que la APPA comunicó el día 1 que se dejaba de prestar el servicio de marinería y Alvac no ha dicho nada de nada», comentaron desde la más injusta incertidumbre estos empleados 'sin nada que hacer'. Bueno sí, una cosa sí hacen, preguntar e informar, algo que no ha hecho la administración competente. Han colgado carteles en los que explican a los usuarios de los puertos que pagan por unos servicios que ya no se prestan, de todo lo que ya no disponen. Y eso es en resumen: «limpieza, servicios de apoyo a varada, conexión de los servicios a los barcos, atención, información y auxilio a usuarios, jardinería, control, registro de puntos limpios», entre otras cosas, y les comunican a los usuarios que «la APPA ha dejado en el desamparo absoluto a 96 familias, al impedir por mala gestión que los marineros, algunos con más de 20 años de experiencia en el servicio puedan seguir trabajando en los puertos». Los sindicatos propusieron que la administración asumiera el servicio con los trabajadores actuales hasta que saliera nuevo concurso, pero... no hubo respuesta. Juan Luis, del Pinta, un establecimiento en el puerto deportivo, sabe bien quiénes sufren las consecuencias, además de los trabajadores: «ha sido espantoso, una Semana Santa de tan buen tiempo con gente con niños, con familias, paseando y bordeando la basura, se han quejado mucho y a nosotros nos parece esto lamentable. Este servicio es vital para nosotros como restauradores, la imagen ha sido y es nefasta, nos han dejado como un bebé que le quitas su madre. Hemos pensado todos los negocios de aquí juntarnos y denunciar porque esto no se puede permitir». Hoy por hoy, y no se sabe hasta cuándo (un concurso por urgencia tardaría como unos cuatro meses), la situación empeora por días, y el alcalde garruchero, Juan Francisco Fernández, aseguró sentirse «desolado con la actitud de la APPA respecto a un pueblo que tiene en la pesca y el sector náutico dos de sus pilares económicos». Más de 139.000 metros cuadrados, más de 330 puntos de atraque y unos ochenta cuartos de armadores, empleados, establecimientos y usuarios abandonados en Garrucha.
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