Europa Press
Martes, 10 de mayo 2016, 09:39
Para ello se contará con 24 jaulas de producción distribuidas en dos grupos de 12 de 28,6 metros de diámetro cada una y un volumen 11.000 metros cúbicos. Además, se instalarán seis jaulas más de menor tamaño para el despesque. La granja contará con sus propias instalaciones de apoyo en tierra a través de los centros que Culmarex dispone ya en Águilas (Murcia) y Pulpí. El proceso de producción conllevará la introducción de los alevines de entre 15 y 80 gramos producidos en empresas existentes en España y Europa, en las jaulas. Estos serán alimentados diariamente con un compuesto a base de harinas de pescado, aceites, cereales y vitaminas. El proceso de alimentación será apoyado por programas informáticos y por el sistema de dosificación y transporte de alimentación asistido desde la plataforma. Así, las redes de las jaulas y sus anclajes serán revisados por buceadores, que también se encargarán de vigilar el estado de salud de los peces. Una vez que estos lleguen a su talla comercial, serán pasados a las jaulas de despesque donde se les someterá a dieta de ayuno para limpiar su sistema digestivo y mejorar la calidad. Para el sacrificio, los ejemplares se extraerán desde las jaulas y se depositarán en tanques isotérmicos con agua y hielo, donde mueren por hipotermia. El pescado se transportará a la sala de procesado de otra empresa del Grupo Culmarex sita en tierra, donde los peces se procesarán y distribuirán hasta los puntos de venta. Control marino Entre las condiciones específicas aprobadas por la Junta para autorizar la instalación, se establece un programa de vigilancia y control ambiental del medio marino que deberá funcionar desde el comienzo de la producción hasta un mínimo de tres años después del cese de la misma. Del mismo modo, se establecen pautas para controla el impacto en la avifauna autóctona y en otras especies. Así, se evitará la fase de construcción en el periodo comprendido entre los meses de abril a octubre, dada la importancia de la zona protegida para las especies pardela cenicienta mediterránea y atlántica, y paíño europeo mediterráneo. Durante el periodo crítico de abril a octubre se deberán reducir las operaciones de mantenimiento que requieran la presencia de personas y el movimiento de embarcaciones en la zona a las mínimas necesarias. En todo caso, se evitará la aproximación con las embarcaciones a los grupos de aves sedimentadas en el mar que se forman al atardecer antes de entrar en las colonias. Se pondrá un cuidado especial en el registro de los ejemplares que se vean afectados por las redes siendo necesaria su liberación. Así, en caso de observar ejemplares dañados o heridos se avisará con carácter inmediato al Centro de Recuperación de Especies Amenazadas Silvestres de las Almohallas, y se informará a esta Delegación Territorial, al objeto del trasladado al centro oportuno. También se deberá minimizar "en la medida de lo posible" la iluminación de balizamiento durante la noche, puesto que supone otro posible impacto sobres las aves. Asimismo, no se permitirá el uso de dispositivos acústicos de disuasión para cetáceos, también denominados 'pingers', ya que "afectarían negativamente a la población de delfín mular". En todo caso, se evitará la interacción del personal de las instalaciones con estos cetáceos que puedas ser atraídos por las instalaciones. En el caso de observarse el enmalle de estos, se actuará a la mayor urgencia posible, realizando el aviso a través del 112 desde donde se coordinan las actuaciones. También se extremarán las precauciones para que las embarcaciones eviten posibles colisiones con calderón común. Seguimiento específico de la fauna La autorización detalla que será necesario realizar un seguimiento específico de la población de paíño europeo junto a la isla de Terreros. Dado que esta especie amenazada es planctófaga, se deberá realizar un seguimiento de los efectos que la liberación de materia orgánica y sustancias químicas durante la fase de mantenimiento tienen sobre las comunidades biológicas del medio, y en especial, sobre las comunidades de la columna de agua. Se realizará la recogida de datos sobre la presencia y comportamiento del delfín mular dado que las instalaciones pueden atraerlos y un plan la recogida de plásticos, cuerdas y sacos de pienso que pudieran aparecer por las proximidades de las instalaciones para evitar enmallamientos o asfixia de tortugas bobas.
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