Pescadores carboneros piden que se aumente la cuota de atún, que han agotado en una semana

Sin embargo, parece que el pato de aquello lo pagan quienes más respetan el recurso, los pescadores artesanales, de palangre de superficie, a quienes además interesa, evidentemente, que haya peces en el mar.

Este año, y después de varios vendiendo la cuota a empresas comercializadoras, los armadores salieron a pescar, pero la faena ha terminado pronto, ya que las, aproximadamente, 200 toneladas de cupo, las agotaron en apenas una semana. Y ahora, a verlas venir, hasta que comience el pez espada. «La pesca de palangre en superficie es artesanal, es la más respetuosa y, sin embargo, es la más perjudicada por aquellos que deciden sin tener ni idea de qué va la pesca», apuntó a IDEAL el gerente de la Asociación de Productores de Pesca de Carboneras y miembro de la Cofradía, Simón Pérez. «Es una vergüenza que las administraciones sigan viviendo en su mundo feliz y nosotros sigamos viendo cómo terminan con la pesca y cómo no nos hacen ningún caso, y aquí tenemos que estar parados», explicó indignado.

La cuota de atún rojo para todo del Mediterráneo, alrededor de 70 pesqueros, es del 12,8 % del total en España; sin embargo, para seis embarcaciones de cerqueros de atún con jaulas es del 28%.

Por ello, la Cofradía y la Asociación se reunirán hoy con el Subdelegado del Gobierno en Almería, Andrés García Lorca, en el Ayuntamiento de la localidad, que apoya sus peticiones, para explicar y reivindicar una vez más que se sigue mermando la pesca artesanal de la que viven desde hace cien años de un buen número de carboneros.

En Carboneras, había 40 barcos palangreros, ahora quedan unos 25, siendo todavía la flota más grande de todo el Mediterráneo, sin embargo, desde hace ya varios años están viendo como se toman decisiones sobre el sector, a su juicio, sin conocimientos de lo mucho que están perjudicando al arte de la zona.

Entre las medidas, han visto como se les recontrola, «como si fuésemos delincuentes», apuntaron algunos de ellos, «con tres sistemas de control de un barco, incrementando la burocracia sin sentido alguno, haciéndonos que tengamos una báscula en el ojo para no equivocarnos con el peso de atunes de más de 200 kilos en un 10%», se quejaron.

En Carboneras, hay 200 familias que intentan subsistir con la pesca de palangre, aunque, cada vez, se les pone más difícil. Hoy, los pescadores volverán a reclamar lo que entienden es lógico y justo, porque ya llevan años viendo disminuir su capacidad de mantenimiento y también su paciencia. Advirtieron, además, que estarían dispuestos a tomar otras medidas de protesta si no se atienden unas demandas que consideran justas.

El atún rojo, además, anunciaron conseguirá comerse a otros peces de arte menor, al ser tan numerosos. El pescado grande, siempre, o casi siempre, se come al chico.