Los trabajadores de Galasa anuncian paros y movilizaciones contra el cierre de la empresa

Galasa está al borde del abismo y, sin embargo, el último plenario sirvió, nada más, que para vivir el día de la marmota, vueltas a lo mismo, PP y PSOE estuvieron más de tres horas lanzándose pedradas políticas y enmascarando, en buenas intenciones y propuestas de pactos, la misma conclusión final.

Mientras tanto, los trabajadores de la empresa, los que se ganan dignamente un sueldo medio, continúan en la incertidumbre de qué pasará con ellos, con su trabajo y su estabilidad, el próximo 1 de diciembre, cuando se tenga que aplicar la Ley del PP nacional y la empresa pública tenga que empezar a liquidarse por presentar un insoportable déficit, al que nadie ha puesto, ni parece que tenga intención de poner, solución. Los empleados de Galasa llevan meses preguntándose qué pasará, y a veinte días del plazo para ser viable, los políticos continúan «erre que erre, a lo suyo», tal y como apuntó ayer el sindicato de Comisiones Obreras (CC. OO.) en un comunicado en el que, además de afear la poca responsabilidad de los dos partidos que han tenido que ver con la gestión de la mercantil del agua en los últimos años, anunció que habrá movilizaciones para exigir que se busque una solución inmediata al, ahora más que posible, cierre de la empresa.

Desde Comisiones Obreras se explicó que «tras la asamblea del pasado miércoles, se acordó la convocatoria de movilizaciones y paros laborales encaminados a poner a los diputados provinciales y gestores de la empresa ante la realidad que pretenden ocultar».

Una realidad que, todo el mundo sabe pero todo el mundo calla, y que pasa por «acuerdos leoninos con la empresa Acuamed, contrataciones externas millonarias para la realización de tareas propias de Galasa, acuerdos salariales privados, para dirigentes de la empresa que han llegado a alcanzar más de 600.000 euros anuales, cuentas presuntamente maquilladas ejercicio tras ejercicio», desveló el sindicato sin tapujos, añadiendo que, a pesar de que «es algo que todo el espectro político conoce desde hace quince años, «unos y otros han gobernado la Casa Grande Provincial y ambos han repetido errores y en ningún momento se han esforzado por dar solución a un tema, la gestión de Galasa, que año tras año ha ido provocando la sangría no solo de agua, sino también la económica».

Los trabajadores se mostraron preocupados e impotentes ante la situación, escuchando a los que pueden solventar el entuerto, dándose la razón en cuanto a la deficiente gestión de Galasa, en cuanto a la necesidad de soluciones que todos apoyan como de lógica y mejora, pero que, a la hora de la verdad, no se llegue a ninguna parte.

No cierre, soluciones

Comisiones aseguró que los trabajadores «hasta aquí» han llegado y que Galasa «no se cierra» porque no van a permitir «que se juegue con el futuro de las 93 familias, porque debe primar el interés general y no las necesidades políticas de unos y otros, porque los que sobran no son los 93 trabajadores, sino los responsables, con nombres y apellidos de lo ocurrido».

Y añadieron las propuestas de futuro y soluciones, que, al final, son las mismas que dicen compartir los dos grupos políticos que la han dirigido hasta el momento, pero que no han llevado a cabo, ni el PSOE en su momento, ni el PP en los últimos cinco años, con Gabriel Amat, presidente de Diputación a la cabeza. «Incluir en el presupuesto de la institución provincial 5 millones de euros para la detección y supresión de pérdidas de agua, licitar las contrataciones y hacerlas transparentes, eliminar las subcontratas innecesarias, adecuar las tarifas a parámetros de coste del servicio, una vez descontados los gastos innecesarios e injustificables». El vicepresidente de Diputación, Javier Aureliano García, ofreció, incluso, los domingos para trabajar por una solución, CC.OO. aludió a todos los grupos: «Señor García, Señor Lorenzo, Señora Amate, Señor Baca. ¿Qué hacen ustedes el domingo?, nosotros estamos disponibles».