

Secciones
Servicios
Destacamos
Jennifer Simón
Miércoles, 24 de mayo 2017, 11:11
"Sólo hasta que se haya talado el último árbol, contaminado el último mar y muerto el último pez, el hombre entenderá que no se puede comer el dinero». Esta frase que circula por las redes parece que será cierta, si nadie lo remedia. Pocos parecen estar realmente concienciados de la necesidad de preservar el medio ambiente como única manera de que el ser humano tenga una calidad de vida importante y sostenible a lo largo del tiempo. Y eso comienza respetando y protegiendo el entorno que nos rodea.
Eso y mucho más es lo que contaron este fin de semana en Vera con la pretensión de que la ciudadanía se conciencie y, sobre todo, que las administraciones actúen para dar un giro a la mala gestión que ha llevado a tener un humedal de importancia vital, desprotegido y amenazado por el cemento; un mar continuamente contaminado y un peligro latente para las vidas humanas al haber permitido construir casas en zonas inundables.
La Asociación en Defensa del Agua Acuíferos Vivos y el Círculo de Ecología y Medio Rural organizó el pasado sábado una amplia jornada en la que a través de visitas y charlas se puso de relieve, por ejemplo, que el Salar de los Canos, rodeado de urbanizaciones que lo asfixian, a pesar de contener 150 especies animales, la mayoría aves, 15 de ellas en peligro de extinción, sigue siendo zona urbanizable, «como si lo que quieren es que, cuando la construcción vuelva a ser rentable, tenerlo preparado para destruirlo, a pesar de que su biodiversidad es de vital importancia para la vida humana, también, y de que en esta zona, se producen inundaciones», apuntaron dos naturalistas apasionados por la naturaleza y por el Salar veratense.
Además de visitar este importante humedal, que la Junta aún no ha incluido en el Inventario de Humedales Andaluces porque está tipificado como urbanizable en las normas del Ayuntamiento de Vera, ni el Consistorio ha desclasificado para su protección, las jornadas llevaron a los participantes a comprobar como se vierten aguas sin depurar al mar del Levante almeriense, y vieron también las zonas de peligro de inundación porque todavía no se ha laminado tampoco el río Antas.
Tras ese recorrido, los conservacionistas leyeron un manifiesto en las puertas del Ayuntamiento de Vera, concentrándose con pancartas, y pidiendo, «la inmediata inclusión del Salar de los Canos en el Inventario de Humedales de Andalucía. Atendiendo a sus comunidades vegetales, incluir el espacio como Lugar de Interés Comunitario y como Zona de Especial Protección de Aves. Además de su calificación como suelo no urbanizable de especial protección» y que «Ayuntamiento y Junta de Andalucía realicen un estudio ambiental que analice convenientemente los efectos que la actualmente proyectada laminación de la Rambla del Algarrobo, puede producir en los valores naturales y paisajísticos del Salar de los Canos».
Exigieron, así mismo, a la Junta que retome ya «las obras proyectadas de depuración en el Levante y necesidad de acometer mejoras en las estaciones de depuración que en la actualidad se encuentran obsoletas y con mal funcionamiento».
Por último, pidieron que se tomen medidas conscientes, definitivas y estudiadas para evitar las inundaciones, sin olvidar, que se producen por construir donde no se debe y exigieron que no se prosiga en esa descabellada ordenación del territorio que ha producido y produce las graves consecuencias que todos conocemos.
Estos colectivos recordaron que la Ineficaz o directamente inexistente depuración de aguas residuales, supone vertidos a los cauces y al mar. La depuradora de Antas, situada en el cauce del río, la destruyó la riada en el año 2012 y la eficacia de la obsoleta EDAR de Villaricos es mínima.
La Junta de Andalucía, baraja soluciones en la actualidad que ellos mismos desecharon hace pocos años, como la posibilidad de conectar los pueblos con deficiencias en materia de depuración: Bédar, Los Gallardos, Turre, Mojácar, Garrucha y Antas, a la estación depuradora de Vera.
La consejería de Medio Ambiente, por un lado, resta importancia a los vertidos y afirma que estos prácticamente no contienen carga orgánica y que es cuestión más bien de salinidad y de «eliminación de nutrientes», pero no dicen lo mismo los informes remitidos por esa consejería a las asociaciones vecinales. En estos informes se reconoce que prácticamente todas depuradoras incumplen periódicamente los valores paramétricos permitidos.
En cuanto a las obras del río Antas, aseguraron que puede que sean necesarias, pero tienen que tener en cuenta la protección de los espacios naturales. «Mientras se lleven a cabo, habría que tomar medidas para evitar riesgos personales en caso de lluvias torrenciales».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
España vuelve a tener un Mundial de fútbol que será el torneo más global de la historia
Isaac Asenjo y Álex Sánchez
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.