«Después de todo esto van a salir unos discos hermosos»
Pancho Varona - Músico ·
Tras un accidentado fin de gira con Sabina y la crisis sanitaria, Varona se ha reinventado y lleva todo el verano celebrando conciertos privadosMaría Rodríguez Segura
Antas
Domingo, 13 de septiembre 2020, 23:55
La relación entre Pancho Varona y Joaquín Sabina dura ya 38 años y ha parido más de 100 canciones. En un verano marcado por la Covid-19, Varona ha recorrido la península ofreciendo conciertos privados, aterrizando ayer en la localidad de Antas para deleitar a un centenar de amantes de la buena música.
– Lleva un verano de no parar con la gira de conciertos privados...
– Si, he tenido suerte. Es mucho más fácil cuando eres una persona sola. Organizar los viajes y cerrar conciertos, es mucho más fácil que si eres una banda.
– Gracias a estos conciertos, este domingo actuó en Antas, un pequeño municipio del Levante Almeriense. ¿Había estado alguna vez por esta zona?
– Sí, conozco la zona y la provincia. Por trabajo he estado alguna vez en la capital, tocando con Joaquín o tocando con el resto de músicos cuando hacemos la gira de las Noches Sabineras. Cerca de Antas también he pasado, concretamente en Vera. Además mi manager es de Almería, y tiene mucho apego a su tierra y cuando puede me secuestra y me trae para acá…
– Durante el confinamiento, ¿en qué ha gastado su tiempo?
– Tenía rutinas muy marcadas desde que nos encerramos. Me despertaba muy pronto, desayunaba en la cocina leyendo el periódico y oyendo la radio. Después hacía algo de ejercicio en una cinta andadora que tengo en casa, que por cierto heredé de Joaquín Sabina, y aunque estuviera encerrado en casa me hice muchos kilómetros. También he trabajado, preparé alguna sorpresa por internet, y también impartí clases de guitarra online… No me ha dado tiempo a aburrirme, aunque también me he dejado cosas pendientes como aprender a tocar el piano. Cuando nos encerraron levanté la tapa de un piano que tengo en casa y cuando volvimos a salir a la calle la bajé sin haber tocado ni una sola tecla.
– ¿Salimos mejor después del encierro?
– Las noticias que nos llegan todos los días son tan preocupantes que ahora mismo no te podría dar una respuesta concluyente. Estamos en una cuerda floja… Mientras pase un día más y sigamos vivos y con ganas de hacer cosas, es un motivo más que suficiente para celebrar.
– ¿Cómo ve el futuro de la música, y la cultura, en esta nueva normalidad?
–Muy negro. En esta crisis sanitaria el mundo de la música ha salido muy perjudicado. Nos consideramos un poco las ovejas negras socialmente y profesionalmente porque somos los que peor hemos quedado, junto con la hostelería. Como los músicos, las bandas, las canciones y los conciertos se hacen en los bares pues resulta que mucha gente se ha quedado sin trabajar. Conozco a muchos compañeros que están desesperados y lo están pasando muy mal porque llevan seis meses sin trabajar. Yo he sido uno de los pocos afortunados que ha podido reinventarse y entre la suerte y pensarlo bien, ahora mismo tengo bastante trabajo.
– ¿Están poniendo de su parte las instituciones?
– Yo creo que no. Durante toda la crisis he mostrado mi apoyo al Gobierno de la Nación, pero no pensaba que el Ministerio de Cultura lo estuviera haciendo muy bien con nosotros. El Ministerio no se ha portado bien con cultura. Pienso que el esfuerzo ha sido muy grande, pero deberían haberse esmerado más con la cultura. Saldremos reforzados.
– La crisis traerá algo bueno...
– Claro, las crisis, como dice Sabina, siempre son buenas para inspirarte y renovar fuerzas. Las crisis en las familias, en las relaciones siempre son buenas para hacer canciones, así que imagino que después de todo esto van a salir discos hermosos y muchos conciertos bonitos que nos alegren un poquito más la vida.
– Aforos reducidos, distancia de seguridad, gel hidroalcohólico y mascarillas, forman ya parte de nosotros, pero ¿qué ha cambiado a la hora de hacer un concierto? ¿Se ha perdido la magia?
– Si, se ha perdido un poco de la magia que, quizás siempre estuvo ahí, pero nunca nos dimos cuenta. Ahora ves a la gente sentada en su silla a dos metros de distancia del que tiene al lado, con su mascarilla puesta y dices «Dios mío, qué es esto».
– Antes mencionaba a Sabina, son ya 38 años los que lleva a su lado, ¿cómo es vuestra relación después de tantos años?
– Nuestra relación es muy buena, somos gente muy sensata y nos queremos mucho. Creo que somos un caso único en la música española de dos personas que llevan trabajando juntos tantos años ininterrumpidamente. Yo todos los días celebro lo bien que hice juntándome con él y lo bien que hizo él aceptándome.
– Tengo entendido que dejó unas oposiciones por Sabina...
– Como le dijo Cristo a San Pedro: «Déjalo todo y vente conmigo». Por aquel entonces me estaba preparando para funcionario en el Ministerio de Defensa, y mi madre se llevó un disgusto tremendo. Sabina no era conocido y ella no entendía que dejase unas oposiciones por irme con un tío que, como ella misma me decía, «nadie sabe quién es». Lo dejé todo y me fui con él. Y después de 20 años trabajando con Sabina mi madre me preguntaba si no me iba a buscar un empleo serio.
– ¿Cuál ha sido su mejor y peor momento sobre un escenario?
- Sin duda, el peor y más reciente, fue la caída de Joaquín. Todo estaba preparado para que fuese una noche mágica; en Madrid, último concierto de la gira con Serrat, con todas las entradas vendidas, era también el cumpleaños de Sabina y al final terminó como terminó. Los buenos son tantos que no sabría decirte uno. Ayer le comentaba al público que se me sigue poniendo la piel de gallina después de 30 años cantando estas canciones… Si me sigo emocionando cantando esas canciones es que algo habremos hecho bien.
– Y por último, y como curiosidad. En los conciertos con Sabina, la canción de 'Conductores suicidas' siempre la canta usted. ¿Se considera un conductor suicida? ¿Alguna multa de tráfico que declarar?
– (Ríe) No, no, para nada. Soy muy sensato conduciendo. Es una canción que creo que es muy importante en el repertorio de Joaquín y como la escribimos los dos y él no la canta, le pedí hacerlo yo. Esa canción se la hicimos a Manolo Tena y siempre que canto esa canción me acuerdo de él, fuimos muy amigos. Pero no, no tengo multas y de los 120 no paso nunca.
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