La reparación de bastidores de la desaladora de Carboneras encarece en 4,3 millones su mantenimiento

El consejo de administración de la empresa pública Acuamed ha aprobado elevar en más de 4,3 millones de euros -hasta los 35 millones de euros- el contrato adjudicado a Sacyr Agua SL para operar y mantener la desaladora de Carboneras ante la necesidad de acometer obras de reparación en los tubos de presión de los bastidores de «toda la planta» a raíz de tres averías identificadas en menos de un año.

La entidad accede a elevar el gasto inicial a petición de la adjudicataria, que se hizo con el contrato licitado por 40,4 millones de euros en enero de 2024, al entender que las actuaciones a realizar se corresponden a causas «sobrevenidas» e «imprevisibles» inicialmente.

La primera de las roturas en uno de los bastidores se produjo 15 días antes de que la empresa iniciara las operaciones de mantenimiento de la planta en marzo de 2024, según el informe consultado por Europa Press en el que se basa el modificado. Así, tras su arreglo, se anotó la rotura de otra tubería en el mismo bastidor en junio de 2024 así como una tercera avería, en un bastidor distinto, en febrero de este año.

El documento da cuenta la evaluación externa a la que fue sometida la planta tras detectarse las roturas de los tres tubos de presión que afectaron a dos bastidores. Cabe recordar que esta instalación, una de las más antiguas con las que opera Acuamed, cuenta con 12 bastidores destinados a producir unos 120.000 metros cúbicos de agua desalada al día.

Los ensayos mecánicos derivados de dicha evaluación, encargada ante el «claro riesgo de que las roturas de estos elementos se hicieran extensivas al resto» de la planta, revelaron en diciembre de 2024 la existencia de fisuras, fugas y tubos flexionados. En concreto, el muestro posterior determinó que «en torno al 90% de los tubos instalados -1.275 unidades- presentaban alguna patología».

La empresa adjudicataria señala que las roturas, que asistió en un primer momento a través de la partida fijada para imprevistos, «no eran previsibles» cuando se licitó el contrato ante la «vida útil normalmente aceptada para este tipo de elementos» y en función de la vida de la planta.

«A día hoy se están analizando las posibles causas que hayan podido contribuir a la rotura de dichos tubos», exponen en su informe del pasado mes de mayo, en el que se da cuenta del «riesgo para la seguridad de los trabajadores» y el posible «incumplimiento de las producciones comprometidas con los usuarios de esta planta» que supondría no arreglar dichos tubos.

Si bien Acuamed encargó en abril la adquisición de los 1.275 tubos a reemplazar junto con las piezas y elementos necesarios, su instalación queda a cargo de Sacyr Agua SL., que debe compatibilizar el funcionamiento de la planta con las obras en un momento de «máxima demanda de agua», según han advertido.

La empresa alega que las reparaciones no obedecen a una situación «puntual» en la planta, como la que se dio con las dos primeras reparaciones, sino que el alcance de los trabajos es extensivo «a toda la planta», por lo que el presupuesto por el que se adjudicó esta tarea resulta ahora «insuficiente».

En esta línea, apunta que de la partida de imprevistos calculada en 800.000 euros para cuatro años se muestra «insuficiente» dado que, en el primer año de contrato, ya se ha consumido el equivalente a «casi tres años», con 574.078,78 euros.

Prohibiciones

En cuanto a la ejecución, la empresa también pone de manifiesto que la Inspección de Trabajo y Seguridad Social emitió en abril de este año una «orden de paralización» con la que prohibía la realización de trabajos «delante de los bastidores mientras que estos estén en funcionamiento».

«Esta prohibición afecta al proceso de arranque de los bastidores ya que con el equipamiento actual requiere la presencia del personal de operación», apunta Sacyr, que también solicita en la modificación los trabajos de adecuación de los equipos necesarios para poder llevar a cabo el arranque de los bastidores «de forma totalmente automatizada y sin presencia del personal de operador».

Con ello, insiste en que la modificación propuesta «incluye trabajos no previstos en la prestación de operación y mantenimiento» tanto para cambiar «la práctica totalidad de los tubos de presión instalados en la planta» como para adecuar «determinados equipamientos para adaptar la operación y mantenimiento de la planta a la prohibición sobrevenida de la Inspección de Trabajo».

El contrato, adjudicado inicialmente por 29.737.479,45 euros IVA incluido, contempla un periodo de 48 meses para realizar trabajos de mantenimiento y operación de la planta, así como para, dentro del mismo periodo, proyectar y ejecutar actuaciones para la mejora de su eficiencia energética.