Sunseed, una ecoaldea fuera de la red en Sorbas

Nació hace 35 años como un proyecto colaborativo para buscar maneras prácticaspara combatir la desertificación

MARÍA RODRÍGUEZ SEGURA

SORBAS

Sábado, 10 de abril 2021

¿Quién no ha pensado alguna vez en alejarse del ruido de la ciudad y vivir una temporada en plena naturaleza aprovechando lo que esta ... nos brinda? En Sorbas existe una ecoaldea desde hace 35 años donde esto es posible.

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Ubicada a los pies del río Aguas, en un entorno natural y sencillo, se encuentra el proyecto ambiental comunitario Sunseed Desert Technology, en la ecoaldea Los Molinos del Río Aguas. En él, alrededor de 20 personas, llegadas de todas partes del mundo, conviven en este enclave donde se abastecen de energía solar para generar electricidad y del agua de un manantial cercano.

Sunseed nace como un proyecto de enseñanza y divulgación de la vida sostenible y ecológica. «Aquí aprendemos métodos basados en la sostenibilidad y cómo reducir el impacto medioambiental para poder aplicarlos cuando nos vayamos de aquí», apunta la actual coordinadora de comunicación, María Sánchez.

Debido a la naturaleza del proyecto hay un flujo continuo de personas que llegan y otras que se van para poner en práctica en casa lo aprendido en la ecoaldea. Actualmente, debido a la crisis sanitaria por covid-19, solo admiten personas para media o larga estancia. Un tiempo en el que, según Sánchez, el voluntario podrá adquirir conocimientos para reducir su impacto medioambiental. «Acabamos de cerrar las solicitudes de voluntariado para los distintos departamentos que componen la comunidad, aunque volverán a salir nuevas vacantes dentro de un tiempo... Estos nuevos voluntarios tendrán que realizarse una PCR antes de venir a vivir con nosotros».

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La comunidad de Sunseed es muy popular entre los británicos, pero gracias al 'boca a boca' su popularidad se ha extendido a más países y actualmente conviven personas de más de diez países distintos, incluyendo Australia, India y también España.

Una de las principales bases sobre las que se asienta Sunseed es la permacultura, un sistema holístico que trata de restaurar el daño causado a los sistemas naturales y que al mismo tiempo gestiona los recursos de manera sostenible, para el beneficio mutuo de la especie humana y la naturaleza. Las huertas de la comunidad se cultivan mediante técnicas respetuosas con el medio ambiente, utilizando semillas autóctonas, compost y fertilizantes 100% naturales y acolchados y lechos de paja.

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Los días en la comunidad comienzan con la organización de tareas a desempeñar para producir todo lo necesario para vivir. Solo se consumen productos ecológicos y de corte local, ya que su premisa fundamental es generar lo necesario reduciendo al mínimo las compras.

Para ello, su trabajo se centra en siete áreas: jardines orgánicos, tecnología apropiada, zonas áridas, vida sostenible, eco-mantenimiento, comunicación y educación. El río, la tierra y el sol son los tres elementos fundamentales que los integrantes de Sunseed necesitan para tener agua, alimentos y energía. «Somos un proyecto vegetariano y toda nuestra comida es orgánica. Consumimos todo lo que podemos de la producción de nuestra huerta y lo complementamos con productos locales», apuntan desde Sunseed.

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Además, aunque ahora el calendario está parado, en Sunseed suelen impartir cursos conducidos por facilitadores internos y externos que están enfocados en explorar temas de sostenibilidad.

La comunidad dispone de una casa totalmente equipada con sistemas para acumular y ahorrar calor, un sistema de recogida y filtrado de agua de lluvia, una serie de paneles solares para su consumo eléctrico, placas térmicas para calentar el agua y hornos solares para cocinar.

«Tratamos de hacer un uso responsable de nuestros recursos, sobre todo en los días nublados en los que puede no haber mucha energía disponible, El agua para beber y cocinar la recogemos de la lluvia o la traemos de un manantial a 12 kilómetros de distancia», comenta Rahel Könen, también desde el departamento de comunicación.

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Asimismo, su sostenibilidad económica se basa en las donaciones de los voluntarios y por las ayudas de las universidades que participan en el proyecto.

Activismo local

La labor de esta comunidad no se centra únicamente en aprender a llevar un estilo de vida con un menor impacto ambiental, también ejercen una gran labor de activismo en defensa de los acuíferos y su sobre explotación.

Sunseed, en colaboración con otros residentes y organizaciones de la zona, se unieron a la asociación ecologista para seguir protegiendo y luchando por los derechos de las fuentes naturales de agua.

En 2017, el caso del río Aguas fue llevado ante el Tribunal Internacional por los Derechos de la Naturaleza. «A día de hoy, seguimos luchando y haciendo campaña con el propósito de recaudar fondos para la causa en nuestro Festival del Agua, que este año celebraremos de forma on line debido a la situación sanitaria», apunta Könen.

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Desde la comunidad se enfrentan al ecocidio que está sufriendo el río Aguas, donde «el agua fósil almacenada en el acuífero está siendo sobreexplotada por la agricultura intensiva de las plantaciones cercanas, sobre todo monocultivo de olivos, que consumen entre tres y cuatro veces la cantidad de agua disponible, afectando a las cerca de 8.000 personas que viven en la comarca».

Año tras año, el río se va secando y desde Sunseed denuncian que la administración pública no tome cartas en el asunto. «Por ello, cada año celebramos el Festival en defensa del Agua para crear conciencia sobre la importancia de conservar el ecosistema y proteger el agua como un recurso básico para la vida» asegura Sánchez.

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