Vera celebra su semana grande en honor a la Virgen de las Angustias

Desde el 2 de junio que dio comienzo la VIII Ruta Gastronómica de Campamentos Moros y Cristianos, donde quince establecimientos, entre restaurantes, bares, cafeterías y heladerías, ofrecieron tapas especiales. Una deliciosa manera de explorar la gastronomía local y descubrir nuevos sabores y que se extendió hasta el sábado 10.

El domingo 4 de junio, se llevó a cabo la tradicional Ofrenda Floral en la Plaza Mayor, una jornada que comenzó con un alegre pasacalles desde la ermita de las Virgen de las Angustias hasta la iglesia, donde los fieles y devotos tuvieron la oportunidad de ofrecer flores a la virgen como símbolo de amor y veneración.

El martes 6 de junio, a las 20.30 horas, se llevó a cabo una interesante conferencia titulada 'La orientación de templos en el Levante almeriense del siglo XVI', presentada por Francisco Pérez López. Durante este acto, también se presentó el libro 'La iglesia-mezquita del Lugar de Teresa', que profundiza en la historia y la arquitectura religiosa de la zona.

El jueves 8 de junio, tuvo lugar el Corpus Chico en la ermita de San Ramón. Las festividades patronales fueron inauguradas con el tradicional desfile de Gigantes y Cabezudos, acompañados por la vibrante Banda Municipal de Música de Vera. El desfile partió desde la Plaza Mayor, llenando las calles de alegría y colorido. Por la noche la Plaza Mayor se convirtió en el escenario de una animada verbena popular donde los asistentes bailaron y se divirtieron hasta altas horas de la noche.

El viernes 9 de junio, se llevó a cabo el esperado Gran desfile de Moros y Cristianos. Un desfile donde las calles se llenaron de trajes exquisitamente diseñados y los participantes recrearon con pasión y fervor las batallas históricas entre ambos bandos.

El día grande fue sin duda el sábado. Desde bien temprano, la ciudad se preparaba para este día tan especial. Las actividades infantiles fueron las protagonistas de la mañana, llenando de risas las calles de Vera. La emoción se palpaba en el aire a medida que la tarde avanzaba y se acercaba la hora de la misa en honor a la Virgen de las Angustias.

Una vez finalizada la misa, la atención se centró en la esperada procesión de alabanzas. Como es tradición en Vera, los niños que habían hecho su primera comunión tuvieron el honor de acompañar a la Virgen durante el recorrido. Vestidos para la ocasión, caminaron con orgullo junto a la imagen sagrada, simbolizando la pureza de su fe y su compromiso con la Virgen.

Las andas de la Virgen de las Angustias fueron portadas por los devotos que quisieron cargar con el peso de la imagen. Con devoción y respeto, estos fieles fueron turnándose para llevar a cuestas a su patrona, demostrando así su amor y devoción hacia ella.

El recorrido de la procesión atravesó las calles principales de la ciudad, llenando de fervor y solemnidad cada rincón. La procesión estuvo acompañada por cantos de alabanzas, que llenaban el ambiente de espiritualidad y emoción. Las voces de los fieles se unieron en un coro de devoción, cantando himnos dedicados a la Virgen. El sonido de las campanas de la iglesia se sumaba a esta sinfonía celestial, creando una atmósfera sagrada y conmovedora.

La procesión culminó en la ermita de la Virgen de las Angustias, volviendo la patrona a su hogar. Tras esto, los festejos se trasladaron a la Plaza Mayor de Vera, donde se celebró una gran verbena popular. El lugar se llenó de música y alegría, mientras los asistentes disfrutaban de la compañía de familiares y amigos.

Con una emana llena de actividades y celebraciones, las fiestas en honor a la Virgen de las Angustias en Vera han dejado un recuerdo imborrable en los corazones de todos los participantes.