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Lunes, 30 de abril 2018, 10:30
Lágrimas de emoción y el estruendo de los cohetes se mezclaron ayer en Carboneras con el grito de «¡viva San Antonio de Padua!». Y es que se cumplieron exactamente cien años desde que el obispo de Almería, Vicente Casanova Marzol, decretó el nombramiento del santo patrón del municipio, tras la solicitud enviada al obispado por los propios vecinos.
Daniel SerranoLágrimas de emoción y el estruendo de los cohetes se mezclaron ayer en Carboneras con el grito de «¡viva San Antonio de Padua!». Y es que se cumplieron exactamente cien años desde que el obispo de Almería, Vicente Casanova Marzol, decretó el nombramiento del santo patrón del municipio, tras la solicitud enviada al obispado por los propios vecinos.
Daniel SerranoLágrimas de emoción y el estruendo de los cohetes se mezclaron ayer en Carboneras con el grito de «¡viva San Antonio de Padua!». Y es que se cumplieron exactamente cien años desde que el obispo de Almería, Vicente Casanova Marzol, decretó el nombramiento del santo patrón del municipio, tras la solicitud enviada al obispado por los propios vecinos.
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