Borrar
El momento de Europa

El momento de Europa

Aunque era joven, aún recuerdo lo bien que nos vendían la entrada de nuestro país en la Unión Europea, por aquella época venía a ser la panacea para todos los males del país. Se hablaba de una patria común para todos los europeos donde primara la solidaridad entre los estados y las personas.

Eduardo Sánchez

Martes, 10 de mayo 2016, 09:12

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Que en España estamos jodidos no se le escapa a nadie, nuestra burbuja inmobiliaria explotó a la par que una crisis económica comenzó a aflorar en el planeta, y en nuestro país llovió sobre mojado y se nos junto el hambre con las ganas de comer.

 

Éste hubiera sido un buen momento para poner en práctica todo lo que nos dijeron de las bondades de Europa, en unos momentos en que España anda tan tocada, no nos hubiera venido mal poner en práctica todo lo que se decía de la solidaridad entre estados, dicho de otra manera no nos vendría mal que Francia y sobre todo Alemania, locomotoras de Europa, propiciaran políticas que al contrario de echarnos al pie de los caballos, nos ayudaran a salir del profundo pozo en el que estamos metidos.

Ahora que llega el momento de la solidaridad somos los gandules del sur que no hemos sabido hacer las cosas bien. Los bancos alemanes encauzaron sus excesos de liquidez hacia la economía española donde encontraron en los órganos de dirección de los bancos españoles, suficientes sinvergüenzas que no han estado a la altura de sus millonarios sueldos. Los que en su día echaron gasolina al fuego hoy se rasgan las vestiduras y nos exigen dinero y cordura.

Cuando vimos que Grecia se convirtió en un laboratorio donde se experimentaba la forma de instaurar el tercer mundo en la vieja Europa, callamos o si levantamos algo la voz, fue lo justo para distanciarnos de ellos al grito de España no es Grecia.

Pero ahora cuando Grecia agoniza y muchos sospechamos que España lleva el mismo camino, nadie habla de solidaridad estatal, todo lo contrario, la señora Merkel protege a sus banqueros y dice que; muy bien lo de la solidaridad, pero que lo primero les paguemos a sus chicos, si nos quedamos sin educación y sin sanidad da igual, si no podemos alimentar a nuestros hijos porque no tenemos trabajo da igual, pero que ante todo ahorremos y paguemos a sus banqueros. Algo así como les habla EEUU a los países de América Latina.

Hoy vemos a los griegos de forma distinta, más que nada porque sufrimos en nuestras carnes lo que ellos llevan años sufriendo, quizás nos sintamos más cerca porque sabemos que nuestro país al igual que el suyo ha sufrido del expolio orquestado entre políticos banqueros y demás géneros de sinvergüenzas que nos han llevado a esta situación de la que el pueblo no tiene ninguna culpa pero de la que sufre todas las consecuencias.

Vemos a nuestros dirigentes, del signo político que sean, atados de pies y manos, acudir regularmente a Alemania a recibir órdenes, principalmente porque en el proceso de unión cedimos a Europa la parte de la soberanía que hoy necesitaríamos para empezar a poner soluciones a nuestros problemas, pero se da la circunstancia, que según entienden en el centro de Europa, lo que a ellos le favorece a nosotros nos perjudica y ellos son primero que nosotros aunque seamos nosotros lo que tengamos el agua al cuello.

Éste el primer gran ejemplo de que Europa no se construyó como un estado social, sino como un estado económico al servicio de los más fuertes, que se hablo de solidaridad cuando menos falta hacia y que ahora que la necesitamos los estados más ricos miran para otro lado, preocupados solamente de salvarse ellos a costa de quien sea.

Hoy vemos más que nunca que la Unión Europea no es más que un mercado común, el más común de los mercados, me atrevería a añadir, donde la prioridad son los capitales y no las personas, y si no que me digan lo contrario.

 

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios