De Pasiones y Odios
Terminaba mi artículo el mes pasado diciendo que si apareciera un ciudadano con sombrero y bandera a juego y un discurso creíble, le seguiríamos sin más; pues a los pocos días y de manera sorpresiva aparece Don Mario Antonio Conde Conde diciendo que se presentará para ser elegido presidente del gobierno. Dice que su bandera es la honestidad política y su nuevo partido, Sociedad Civil y Democracia, se define así misma como una plataforma de ciudadanos a los que no les gusta lo que ven, con una estructura de partido político porque la única manera de "jugar a su juego es entrando a jugar". Siendo así, yo también me apunto porque a mi tampoco me gusta ver día tras día a ese grupo de cínicos y privilegiados españoles, que sin derecho legítimo alguno, viven en otra dimensión económica y social a la que el resto no puede acceder, cometiendo ilegalidades y abusos sin consecuencia alguna.
Gloria Pérez de Colosia
Martes, 10 de mayo 2016, 08:48
No obstante, no creo que Mario Conde sea el esperado chamán porque la intervención de Banesto por el Banco de España y la condena de aquel por apropiación indebida sigue en la memoria histórica de este país aunque, de la misma forma, también continúa en la memoria de muchos votantes que Mario Conde fue en los años 80 el símbolo del éxito empresarial. Mis propios recuerdos le sitúan en un alto pedestal cuando en 1987 fue nombrado presidente de Banesto. Tenía yo entonces un amigo que no paraba de hablar de él, babeando de admiración. Teníamos siempre que pagarle las rondas porque él se gastaba su paga en gomina para imitar el peinado de su héroe. Cuando a Mario Conde le destituyeron de la presidencia de Banesto cayó su mito y se sintió defraudado, arrastrando un resentimiento que le duró toda la década de los 90. En estos días he vuelto a hablar con él del tema y anda dividido de nuevo entre la pasión y el odio, rejuvenecido, dice, porque vuelve a sentir lo que ya sintió en las elecciones generales del año 2000 cuando Mario Conde se presentó por primera vez a presidente del Gobierno con CDS.
Justamente es esto lo que creo que el anuncio de Mario Conde ha despertado ahora en los españoles; pasiones y odios que batallan entre la admiración de aquel que consiguió llegar tan alto a tan temprana edad y que acabó siendo el protagonista malvado de uno de los mayores escándalos financieros de los últimos años. Algunos siguen manteniendo que todo fue un complot, otros que su condena y paso por prisión fue merecida.
A pesar de esto, la memoria de pez que nos caracteriza y la capacidad que tenemos de supervivencia nos hace ir empujando hacia un rinconcito de nuestro cerebro las cosas malas, hasta que a base de empujar las terminamos expulsando. De esta manera puede que a muchos nos quede solo aquella imagen del Mario Conde engominado que todos quisimos ser, y ante la irritación y el miedo que en estos tiempos corren y la necesidad de cambio que tanto nos urge, sigamos su bandera. No tengo una bola de cristal y desconozco que pasaría en el caso de unas elecciones anticipadas, o en su defecto dentro de los 3 años y pico que aún faltan, pero de lo que estoy segura es que el día del anuncio ni Alfredo, ni Rosa ni Mariano durmieron bien. Este último en el caso de que se enterara de la noticia, claro está.
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