De la piscina que nunca cerró
En estos últimos meses -entre reformas laborales, pérdidas de derechos y recortes económicos y sociales- hemos visto cómo se ha ido transformando la sociedad hasta llegar a una situación, que según dicen, nos remonta desfavorablemente a más de 40 años atrás. Nos hemos consolado pensado que esto pasaba en el telediario hasta que hemos empezado a ver cómo este declive afecta a nuestro más cercano entorno; cómo se han adoptado y ejecutado unas repugnantes medidas que han llevado al incremento del -ya de por si alto- índice de paro; y cómo efectivamente se ha retrocedido en derechos, causando al trabajador un perjuicio que además de económico y laboral, alcanza a una íntima esfera moral, personal y familiar.
Gloria Pérez de Colosia
Martes, 10 de mayo 2016, 08:48
Yo lo he visto en la instalación municipal deportiva de Vera. La cosa empezó con chismes por los pasillos, recelo de los trabajadores, mutismo en la Dirección, y bajada de sueldo en el año 2010. El pasado diciembre la cosa se materializó con un impago de nóminas. Con esa desvergüenza que tanto se practica últimamente, se pagó tarde a los trabajadores y solo un 20% de la nómina y se les informó de que tal vez hasta el día 20 del mes no cobrarían el resto. Y así se hizo, perjudicando a estos chicos y a sus familias, probablemente en el peor mes del año, sin más explicación que el porque sí.
Se mantuvo esta práctica durante los siguientes meses, con otra pequeña y unilateral reducción de sueldo, hasta que, según llegó a mis oídos, en el mes de Junio de este año se les propuso ?permítanme e interpreten ustedes mismos la palabra- que siguieran trabajando con el mismo horario, dedicación y esfuerzo,- pero cobrando mucho menos. De no aceptar la propuesta, les despedirían sin más y contratarían a otros por un sueldo más bajo. Todo ello presuntamente, como dicen en Tele5. Por aquel entonces, esto hubiera sido un despido tan claramente improcedente, que no se pudo llevar a cabo, pero hete aquí, que tan solo unas semanas más tarde, el gobierno de Rajoy, en uno de sus ingeniosos viernes del mes de julio, aprueba una reforma laboral que legitima la insensible idea de la empresa gestora de la piscina. Si hasta entonces estos trabajadores habían podido resistir la tentación de tan atractiva propuesta, esta reforma laboral les deja por completo sin armas de resistencia, y se ven forzados a consentir un cambio en sus condiciones laborales más allá de lo moralmente aceptable. Con el respaldo del gobierno el empresario puede ya legalmente humillar al trabajador, porque la normativa le respalda. Deduzcan pues quién es el culpable de la historia.
No siendo esto suficiente, la empresa gestora de la instalación ha mantenido durante todo el verano un desconsiderado suspense (tanto para trabajadores como para usuarios) sobre si cerrará o no sus puertas para siempre, es decir, si dejará o no sin trabajo a toda la plantilla y sin piscina a los usuarios. Me alegra contarles que ha habido un final feliz y la instalación ahora se publicita con un Nunca hemos cerrado pero ya tenemos precios de reapertura, que las cosas como son, un olé a la ocurrente campaña, porque ciertamente ha dado en el clavo, excepto en lo de los precios; pero esa es otra cuestión que se ha visto afectada por la majadera subida de IVA, en concreto de 13 puntos.
Quiero desde aquí agradecer a todos los técnicos y trabajadores de la instalación que nos hayan seguido sonriendo incluso con las condiciones y el ambiente de trabajo descrito. Gracias por vuestro aguante, gracias por vuestra profesionalidad y gracias por no haber perdido la sonrisa. Se agradece.
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