Brotes verdes, iluminados y tú y yo, enmedio
El otro día pudimos ver en todos los noticieros unas declaraciones del presidente del Gobierno Mariano Rajoy en un debate sobre créditos y empresas, en el que afirmó que "ve la luz al final del túnel". Estas declaraciones no son otra cosa que la nueva forma de simbolizar los famosos brotes verdes de Zapatero. Si a uno le dio por pensar en verde al actual presidente lo ha cambiado por esta iluminación repentina (recordaréis los pronósticos negativos del Gobierno hace poco más de un mes). Lo cierto es que tanto uno como el otro no hacen más que intentar que una economía deprimida, aletargada y percibida por los ciudadanos como muy negativa sea vista de forma contraria. En cierta forma es su obligación, un líder debe infundir ánimo a sus liderados pero otra cosa muy distinta es que estas afirmaciones tengan que ver con la realidad que vivimos.
Eduardo Sánchez
Martes, 10 de mayo 2016, 08:35
Aunque esta visión positiva para la economía española fuera real, que yo sinceramente creo que no lo es, este se referiría a la situación general de España, pero a usted y mi nos tiene que dar por pensar de qué forma nos afecta a nuestra realidad personal, en este caso, yo también pienso que su influencia es más limitada.
Pero todo este planteamiento no tiene porque llevarnos necesariamente hacia el abismo, a pensar que no hay soluciones, pues podemos hacer el planteamiento de forma distinta. Está claro que no hay una solución rápida ni general al problema, pero esto no implica que no haya una salida para usted y para mí. En esta la ley de la selva que nos impone el capitalismo afirma que en esta selva no hay comida para todos, pero eso no implica que no pueda haber comida para unos pocos.
Sé que este planteamiento es duro, pero no por eso tiene que ser menos real y lo que, por supuesto, no debe de llevarnos hasta el pesimismo.
A diferencia de la selva natural que gana el más fuerte físicamente, en la selva capitalista el que gana, además del más fuerte por supuesto, es aquel que tiene visión e ingenio, que no haya una salida para la generalidad de los españoles no implica que no haya una salida para unos pocos, precisamente esos pocos serán los que liderarán el cambio que ayude a salir al resto de la gente, serán las personas de a pie, precisamente los que andamos con el agua al cuello, los que en nuestra desesperación, abriremos los caminos y no el iluminado de Mariano Rajoy, más preocupado en salvar a las grandes finanzas, de las que es rehén.
Por tanto, ya es momento de que te pongas a pensar que puedes hacer tú por ti mismo, y si en el camino puedes hacer algo por tu vecino, mejor. Si hay algo que está claro es que el modelo del ladrillo ya está acabado, y si directa o indirectamente vivías de él ya es momento de que te olvides y te pongas a pensar en otras alternativas.
Esto no es fácil, lo sé, pero es momento de que entremos en un proceso de reflexión y encontremos aquellas formas de negocio en las que puedas ser competitivo, sino el mejor, por lo menos que te puedan permitir un desarrollo mínimo para tu vida. Piensa en cómo se ganaban la vida tus padres o tus abuelos quizás haciendo esto de forma distinta este ahí tu camino, piensa si tienes una afición o sencillamente en algo que puedas ser bueno. Lo que queda claro es que no debemos esperar una solución de aquellos que no quisieron o no supieron ver la que se avecinaba y para los que usted como yo no somos más que un numero en una estadística.
¿Qué pasa que no tienes dinero para hacer esto?, pues ni tú ni casi nadie, tendrás que buscar la forma de hacerlo con menos dinero, lo que no puede el dinero lo tendrá que hacer el ingenio.
¿Qué eres muy mayor o muy joven?. Si eres mayor tienes experiencia, ¿o acaso no has aprendido nada en toda tu vida?. Si eres muy joven lo que no me negarás es que tienes tiempo y fuerzas para equivocarte, persevera que algún día acertarás.
¿Qué pasa que no se te ocurre nada para hacer?, ¿pero de verdad los has intentado?, ¿ te has puesto a pensar en esto seriamente? Si aun así estas afirmaciones son ciertas lo único que necesitas es tiempo, tarde o temprano, se te va a ocurrir algo.
Yo personalmente he decidido tomar este camino, sé que puedo equivocarme y de hecho asumo de antemano que me equivocaré, pero también sé que acertaré en algo y si trabajo en mis aciertos, sé que saldré adelante, sé que puedo caerme con todo el equipo pero prefiero eso a estar flotando en la nada de la crisis, prefiero huir hacia adelante antes que permanecer sentado esperando que unos incapaces lo hagan por mí. Lo que no me queda la menor duda es que si hay gente que se mueve al final terminaremos por darle oxígeno a esta charca inmóvil y pútrida en la que se ha convertido la economía española.
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