Seis años sin 'Junior'
«Hay personas que saben lo que me pasó, y dónde estoy. Ellos saben que les hablo hace tiempo, que ya les expliqué que no pierden nada con escribir una carta anónima a mi padre, y de ese modo muchas angustias desaparecerían. Escribir la carta, hacerla llegar, pasarla debajo de una puerta y NADA MÁS», son palabras que están escritas en la página 'Buscando Joaquín Fernández Jr.', y que bien podrían ser del joven Junior, como le conocían todos, dirigiéndose a su 'amigo', el último que le vio con vida antes de que desapareciera hace seis años. El muchacho al que acompañaba Junior, sin embargo, no ha sido capaz de decir la verdad, o, al menos, es lo que piensan todos los que conocen el caso de cerca y observan cómo ha habido hasta tres versiones distintas que da el chico de cómo murió Junior aquel 11 de septiembre de 2008.
Jennifer Simón Carrión
Martes, 10 de mayo 2016, 10:25
Los chicos robaron una barca en Carboneras y se hicieron a la mar. Horas después se encontró al 'amigo', pero no a Junior. Desde entonces hasta hoy, la desaparición del hijo de Joaquín Amills es lo único cierto, el resto han sido «mentiras y más mentiras por parte de la única persona que sabe la verdad», un muchacho del pueblo, de Carboneras, que tiene en sus manos terminar con la angustia, la desesperación de una familia vecina, pero no lo hace. Amills pide que se reabra el caso, que se dote de especialistas y recursos la investigación para darles la paz que necesitan ya, para saber qué pasó aquel día. «No quiero venganza, ni justicia siquiera, solo quiero cumplir con mi hijo, acostarme por la noche sabiendo lo que sucedió, sabiendo dónde está, sabiendo que he cumplido con él», explica un padre que asegura que sobrevive, tan sólo por la fuerza que le da el seguir luchando para conocer la verdad, un padre que no deja de preguntarse cómo es posible que se hayan aceptado en la investigación del caso de Junior tantas contradicciones, tantas mentiras, tantas versiones distintas, sobre todo, cuando las pruebas físicas, comprobadas por especialistas, hacen imposible las historias que cuenta el 'amigo'. Entre las incongruencias, por ejemplo, que la embarcación se encontró justo en sentido contrario de la corriente a 33 kilómetros del lugar en el que fue rescatado el acompañante de Joaquín Junior, cuando supuestamente era un barco a la deriva, ¿cómo pudo navegar contra corriente?, por otra parte, el náufrago rescatado estuvo ocho horas en el agua, sin apenas hipotermia, cuando los expertos dicen que con cuatro horas ya la hipotermia que sufre una persona en el mar es importante. A día de hoy, el 'amigo' de Junior y otras personas están a la espera de juicio tan solo por «denegación de auxilio y nada más», explica Joaquín Amills. «Sin la verdad no hay libertad ni seguridad», insiste Amills, e informa de que ya hay casi 3.000 firmas que avalan la petición que hace desde la plataforma Charge.org dirigida al Ministerio del Interior, al que le pide solamente «tener respuesta a ¿cómo, cuándo y dónde?, encontrar el cuerpo de mi hijo». Gracias a la solidaridad de algunas personas, expertos en diversas materias, se ha creado un grupo multidisciplinar que está analizando pruebas y trabajando en el asunto y que corroboran las sospechas de Amills: «confirman que lo que yo pensaba sobre las incongruencias, sobre todo lo que no me cuadraba, era cierto, no son paranoias de un padre roto por el dolor, está claro que las pruebas que hay apuntan a que no se ha dicho la verdad, a que en la desaparición de mi hijo no hay nada claro. A mi hijo lo hicieron desaparecer». La idea es que este grupo pueda colaborar con las fuerzas de seguridad del Estado, con especialistas de los cuerpos de la Policía Nacional para resolver el asunto y saber qué pasó aquel día, aquel 11 de septiembre de hace seis años.
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