La decepción del bisutero
Efectivamente, tras los fastos navideños, y todas las emociones positivas que ese tipo de celebraciones conllevan y atraen buenos sentimientos y sensaciones en el imaginario colectivo de toda la población, llega el momento del análisis de la dura realidad. Analizar la realidad, no nos va a hacer más felices, pero al menos va a evitar que nos sigan engañando como idiotas. Otra cosa es si eso es bueno o no. Yo soy, en plan elección transcendental a lo Matrix, que es mejor conocer la verdad.
Juan García Conesa
Martes, 10 de mayo 2016, 09:43
Este Gobierno tiene alma de bisutero, de bisutero malo. Según el diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, bisutero es aquella persona que comercia o fabrica bisutería. Pues bien, este Gobierno es un mal bisutero. Que manía, con repetirnos una y otra vez de manera recalcitrante y rallando en lo tétrico de que lo peor de la crisis ya ha pasado, y de que esto" esta superao, Mariano". Uno se pregunta, en qué mundo imaginario vive Rajoy y sus lameculos. Porque yo no encuentro singulares motivos objetivos para esa esperanza desenfadada tocando a arrebato que el Partido Popular está empecinado en publicitar. No hay motivos para la esperanza. Al menos para que esos motivos se extiendan y generalicen sobre la mayoría de la población. Podemos preguntar a los parados y paradas de larga duración, o a los enfermos y enfermas de hepatitis c cuyos medicamentos no paga la Seguridad Social por un puñetero criterio economicista. También podemos preguntar a los/a primeros/as desahuciados/as del año, o a todos/as los/as trabajadores/as que no llegan ni de lejos a ingresar mil euros al mes. Y si quieren a las empresas de Almería viendo como otra vez Almería se queda sin el maná en infraestructuras prometido hasta la saciedad. Por unos y por otras. Sin embargo, la parafernalia mediáticamente, hábilmente orquestada y actuando a la vez, de manera coordinada, repite el mantra de Rajoy. Que la crisis ya ha pasado. Que nos estamos recuperando. "Que esto esta superao, Mariano." Es desesperante. Tanta falta de visión, esa ausencia de la más mínima decencia que debería impedir mentir si te dedicas a informar. Que desconsuelo. Qué país. La mejor manera de enterarse de lo que ocurre, además de la propia experiencia, es preguntar a los/as vecinos/as, a las personas que a uno le rodean. Pregunten, pregunten. Yo lo hago con los míos. Es cierto que las cifras macroeconómicas mejoran, y han dado un vuelco a sus tendencias. Y en esto se apoya el Gobierno. Pero ellos saben, y yo también, que las cifras macroeconómicas tienen un mínimo impacto en la vida de las personas. Para que ese positivismo tenga un efecto en la población, faltan aún unos años. Y ahí está la trampa. Además, la cantidad, tiene que ir acompañada de calidad. Pero si es cierto que no todo es negativo, y que algún motivo para la esperanza aún queda, y existe. Este año hay elecciones municipales y autonómicas en la mayoría de Comunidades Autónomas. Y el año que viene habrá elecciones generales. Ahí lo tienen. O se olviden de ir a votar, para castigar a aquellos gestores y gestoras que han demostrado su inutilidad a la hora de resolver los asuntos públicos. Eso es la democracia. Votar con cabeza y con sentido. Así que no todo es malo. Y una cosa sí creo que es verdad; lo peor, debería haber pasado ya.
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