LA ERMITA DE SAN RAMON Y SU ENTORNO. APROXIMACIÓN HISTÓRICA Y EVOLUCIÓN DE ESTE ESPACIO SACRALIZADO (I)
Con motivo de la conmemoración de 75 aniversario de la nueva imagen del Nazareno de la Real Archicofradía de Ntro. Padre Jesús Nazareno de Vera, qué mejor ocasión de hablar de su casa, su entorno y la evolución de este espacio sacralizado a lo largo de su tiempo histórico. Una ermita que estuvo bajo la advocación de San Sebastián y después de San Ramón. El arrabal extramuros de la ciudad, donde se ubicaba la ermita, ya existía en 1569. La ermita de San Ramón se instala en dicho arrabal de la ciudad a extramuros de la Puerta de Abajo o del Sol sobre un solar en cuyos alrededores, debido al empuje demográfico de la población, se expande la ciudad urbanísticamente a estos espacios libres, surgiendo un nuevo barrio denominado de Jesús. Encargado por el ayuntamiento al arquitecto veratense Francisco Ruiz Garrido, se convertirá en el primer barrio planificado desde el siglo XVI en Vera, y el primero que supera la muralla con un tipo de planificación ordenada.
Domingo Ortiz
Martes, 10 de mayo 2016, 09:43
La gestación administrativa de este nuevo barrio es posible conocerla gracias a las actas del ayuntamiento que reflejan paso a paso sus jalones fundamentales. El origen administrativo de este barrio se puede situar en una instancia que D. Marcos Jerez, vecino de Vera, ingresó en el ayuntamiento en una fecha no precisada, pero probablemente a comienzos de 1780, por la cual solicitaba sitio para construir una casa "en la puerta de abajo y caminos que salen para San Ramón y Ntra. Sra. de las Huertas". El 13 de abril de 1780 en el Cabildo de dicha fecha se indica que Francisco Ruiz Garrido ha entregado el plano e informe de dicha urbanización a D. Antonio García Leones, sobreveedor mayor de obras de Vera. La realización de esta urbanización y apertura de la misma es posible que se pospusiera para una etapa más posterior. En dicho trazado se dejó espacio para una plaza, probablemente la misma que hoy existe como Plaza del Sol, al planificarse una calle con el mismo nombre. Respecto a los oficios de los beneficiarios de la urbanización, entre otros, aparece, entre los 49 registros, el maestro alarife Alonso Marín que fue encargado por el ayuntamiento de la distribución de parcelas. Este mismo personaje aparece protagonizando diversas compraventas de parcelas en esta urbanización del barrio de Jesús, antes de concluir el siglo. Un dato a tener en cuenta sobre el arquitecto Ruiz es que el 1 de enero de 1758 la Junta de la cofradía d las Ánimas de Vera acordaron recibirle como hermano de dicha institución y el 1 de enero de 1762 la Junta de la cofradía de las Ánimas Benditas de Vera le nombró cuadrillero para ese año, estando presente en la sesión y firmó el acta. Existe el dato más antiguo de la existencia de esta cofradía en el año 1675 (A.H.P. P-2019 fº143r). Aunque esta información cae fuera de los objetivos planteados en este breve análisis para esta conferencia sobre la ermita de San Ramón, es bien significativo para entender la ubicación de esta ermita en el entorno afectado por la ampliación de la ciudad, y que ya ha tratado detalladamente Gil Albarracín en su obra: Francisco Ruiz Garrido (Vera, ¿1723?-1796) arquitecto almeriense del siglo XVIII.
EL PARAJE Y LA ERMITA El origen de la construcción de la ermita de San Sebastián, conocida también como de San Ramón, tiene un origen incierto y parece ser que ya a principios del siglo XVIII se encontraba arruinada. No ha podido ser documentada por la ausencia de datos que hubiesen podido aportar los desparecidos primeros libros de actas y estatutos de la fundación de la Real Archicofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno. Fundación que tampoco se sabe con certeza dado que dicha documentación fue expoliada, según parece durante la guerra civil, de 1936. La desaparición de dicha documentación donde se reflejaban las antiguas constituciones de la Real Archicofradía y el paso del tiempo, durante el cual no se produjo una transmisión oral de la historia de sus inicios, entre otras, tiene como consecuencia el desconocimiento de su etapa de fundación. Ya que en los libros posteriores no se menciona, y cuando se hace referencia a la antigüedad de la Real Archicofradía es de forma imprecisa y poco clara, y aún menos, mención a la existencia de la ermita en sí, como sede de dicha hermandad. Ya en 1809, en la junta del 2 de abril, el secretario de la cofradía leyó una copia de las constituciones al tener conocimiento de la pérdida de las constituciones de la hermandad. Hay otro dato que podría ayudar a realizar una cronología aproximada de la existencia de esta cofradía a mitad del siglo XVII, ya que el documento más antiguo que menciona expresamente a la Real Archicofradía se remonta al 8 de marzo de 1680, en el testamento de Juan de Haro Gallardo que manifestaba ser 'hermano de Jesús Nazareno'. Y, en otro testamento de años atrás, en noviembre de 1674, Melchor Calaste expresaba el deseo de que su cuerpo fuera cubierto 'con una túnica morada que tengo en mi casa'. Existe la posibilidad de encontrar más datos a través de la consulta de testamentos de los cofrades de determinadas cofradías, ya que a veces se especifica la Cofradía a la que pertenecen, y en un alto porcentaje el difunto solía pertenecer al mismo tiempo a más de una corporación, manifestando en sus testamentos "acompañen mi cuerpo la cera y cofradías de esta ciudad y declaro ser cofrade de todas", como es el caso de Rodrigo García de la Vera del 25 de noviembre de 1672 (A.H.P. P.2061 fº 112 r.). Tampoco se sabe quien promueve su fundación, siendo probable que fuesen los padres franciscanos, al igual que ocurre en el caso de Vélez Rubio, ya que en el convento franciscano de la Victoria consta que a mediados del siglo XVII había un Cristo objeto de veneración popular. Este convento de los Mínimos tuvo una gran repercusión en la sociedad veratense desde su venida y fundación en esta ciudad en 1606. San Francisco de Paula ha sido objeto de veneración popular, y casualmente, es custodiado en la ermita de San Ramón. Existió una cofradía fundada con su nombre con la fecha conservada más antigua de 1652, en el A.H.P.A. P-2016 fº 140 r., donde también nos consta el deseo de muchas personas de ser enterrado con los hábitos de esta orden. La imagen es una talla anónima del siglo XVII que se atribuye a un monje del convento de los Padres Mínimos ?de donde procede-, que fue restaurada en 1992 por Eduardo Espinosa Alfambra gracias a la aportación de D. Francisco de Paula Silvente Bascuñana, siendo la imagen de un gran valor artístico. Sobre este tipo de datos se encuentra un trabajo de investigación de Manuel Martínez Martínez publicado por la RA en 1998 con el título 'La Real Archicofradía de Vera (Almería). Además, otro dato confirma que este convento y su comunidad franciscana entronca con el más antiguo cofrade documentado de la Real Archicofradía, D. Juan de Haro Gallardo, quien en su testamento, además de anunciar su adscripción nazarena, mandaba que su cadáver fuera acompañado en su entierro por las cofradías existentes en la ciudad y "la comunidad del convento de Nuestra Señora de la Victoria", al igual que se diera en el mismo convento una misa de ánimas, según documento del A.M.V. legajo 645 nº 29. Como dato curioso, también existió una fuerte tradición durante este siglo, por la que los Padres Franciscanos de Lorca se desplazaban a Vera durante la Semana Santa para la realización de oficios religiosos, dar confesión y comunión. Por la documentación vista anteriormente ya se determina que en este paraje de los arrabales de la ciudad murada ya se cita la existencia de un camino que sale para San Ramón y que al nuevo espacio urbano le dan el nombre de Barrio de Jesús. Lo que hace presuponer la previa existencia de una ermita rural a extrarradios de la población con la advocación de San Ramón, y mucho antes de San Sebastián, y con Jesucristo como imagen venerada. --=--
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