¡¡¡Vaya tropa!!!

En una primera aproximación podríamos calificar como legítimas las aspiraciones de una parte del territorio de España de independizarse y hasta anexionarse Barbate. Que todo es posible, oigan. Es cierto que la vertebración del territorio español no ha estado exento de polémicas y de avatares durante los últimos cinco siglos. Cosa, por otro lado normal en todos los países de nuestro entorno. Pero eso forma parte de la historia, de igual modo que La Alhambra fue una vez Nazarí. Esta, que debía ser la base para el comienzo de una reivindicación sensata de anhelos nacionalistas, que no comparto, pero que podría llegar a entender, se ha obviado e ignorando por el Sr. Mas y sus secuaces, haciendo una distorsión absurda y burda de la historia común que nos une a todos y todas. Nadie le pide responsabilidades al Gobierno catalán de los recortes en su administración, de la lista de espera en la sanidad, o de cuánto cuestan las cincuenta oficinas de negocios que tiene la Generalitat por esos mundos de Dios, o los cuatro canales de tv3. Y es que tengo la sensación que muchas veces la sensación catalanista se hace omnipresente a través de políticas impostadas subvencionadas que pretenden transmitir la imagen de que esa Comunidad rezuma independencia. El intento y posterior puesta en escena de Mas comparándose con D. Lluís Companys, fusilado por los fascistas en la Guerra Civil, es además de inapropiado por incoherente, de muy mal gusto. Ese interés de mostrarse como mártir juzgado por el centralismo opresor, mientras su partido y el Sr. Pujol cobraban comisiones explotando al pueblo de Cataluña, a ese que quieren liberar del yugo de la esclavitud española. Por favor, huele a naftalina rancia. De la mala. Trasladémonos ahora a Madrid. Madre mía. Si los unos mienten, estos son torpes y mienten. El gobierno de España tiene la obligación de tomar medidas aplicando la ley ante cualquiera que intente dañar la integridad del territorio. Además, debería y sería muy recomendable dar respuesta política a problemas políticos, porque no hacerlo solo siembra duda e incertidumbres y permite dar argumentos a quien justamente se quiere batir. Rajoy y su pésimo gobierno, se han convertido en los mayores impulsores del independentismo catalán. Ni en sus mejores sueños, Mas se hubiera imaginado un panorama tan propicio para seguir con el 3%. Pero bueno, este es uno de los saltos mortales inertes que el Sr. Rajoy se precia en dar. Callado, de lado y a ver si escampa. Yo no he sido, como decía Bart Simpson. Y bueno, los datos de las elecciones están ahí. Resulta que hay más españolistas españoles que catalanistas independentistas. Y ahora empezamos con el sí, pero no, con la CUP, que nadie sabe de que van, ni quiénes son. Y que acabará siendo un sí, pero sí, de sí, en toda regla. Y el Sr. Mas otra vez presidente, que por algo tiene ese apellido. Y Cataluña en desgobierno, fuera de Europa, y sin saber que el 'pan tumaca' es un invento del Sur, pero muy del Sur; andaluz y murciano, que tiene cojones la cosa.