No podía salir bien: entran a robar en la vivienda de dos policías nacionales

Entrar a robar en una vivienda vacía es de por sí un deporte de riesgo, aunque tentador por el posible resultado. Coches, joyas, dinero, antigüedades, cualquier objeto de valor es susceptible de ser sustraído ante la falta de vigilancia. Por ello, es importante, como cacos, realizar un estudio previo de qué lugares merece la pena visitar de manera codiciosa. Mal eligieron los dos ladrones que, de todas las casas de Los Escullos, decidieron entrar a robar en la vivienda familiar de dos hermanos agentes de la Policía Nacional.

Durante esta semana, agentes de la Policía Local de Níjar lograron frustrar, junto con agentes de la Guardia Civil, un robo que acabó con la detención de dos personas. Pero la historia habría sido diferente sin la intervención de los dueños de la casa, quienes desde luego contaban con la experiencia como para poco, complicarles la faena a los ladrones. 

«Si le pilla otra familia, hablaríamos de una situación muy distinta», relata a este periódico R.M.G.I., uno de los dos hermanos afectados, señalando que uno de los delincuentes era un joven reincidente que, nada más ser atrapado mostró claros signos de arrepentimiento, y el otro de los implicados que se conocen, un expresidiario de unos 40 años de edad. 

La familia, integrada por R.M.G.I. y A.G.I., ambos agentes de la Policía  Nacional, con 20 y 16 años de servicio en el cuerpo respectivamente, se enfrentaron a toda una experiencia. 

Tras llegar en primer lugar A.G.I. a la vivienda, encontró a uno de los ladrones en la planta superior y logró reducirlo para bajarlo a la fuerza a la planta baja. Solo entonces se dieron cuenta de que faltaban las llaves del coche y, cómo no, el vehículo, que ya había puesto tierra de por medio. Tras ello contactaron con las autoridades para comenzar la operación, que acabó con la detención de los dos implicados que, se conoce, están relacionados con el caso.

«Pese a los años que llevamos en el cuerpo, no dejamos de pasarlo mal; estábamos asustados y nerviosos», relata, añadiendo que en la casa estaban presentes durante los hechos su mujer, una niña pequeña y un bebé de dos meses. Y es que a sus 43 años, «es la primera vez que me ocurre esto, es una casa en una zona tranquila donde nunca ocurre nada así», confiesa.

Mientras tanto, los individuos implicados lograron huir en el coche robado. Tras una operación de búsqueda, las patrullas de la Policía Local y la Guardia Civil detuvieron al primer sospechoso y lo trasladaron a la Comandancia de San José. La búsqueda de los demás continuó hasta que lograron localizar el vehículo en la barriada de Campohermoso. Allí, se produjo una persecución a pie, que culminó con la detención de otro de los ladrones y la recuperación de las llaves del coche. 

«La Policía Local hizo un trabajo impecable», destaca el dueño de la vivienda, quien cuenta que todo ha acabado con un parte de lesiones leves y laceraciones, aunque para el ladrón «la cosa no ha ido mucho mejor», ironiza.

El caso ha proseguido con un juicio rápido, celebrado a la mañana siguiente, y que resultó en la puesta en libertad de los presuntos ladrones. Aunque todavía está por celebrar el juicio definitivo, previsto para el 6 de septiembre, a la espera del peritaje del vehículo robado, que sufrió daños durante la huida. Según el afectado, los ladrones son reincidentes en robos en viviendas y durante el juicio, al ser los afectados, se tratará a los hermanos como ciudadanos y no como agentes de la ley. 

Además, se reportó que uno de los presuntos delincuentes había sido visto merodeando sospechosamente cerca del hotel de Los Escullos días antes del incidente.

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