De ideas sin acción
¿Pueden tus ideas cambiar el mundo?. Esta frase, muy metafísica de entrada, casi como si para crearla haya estado pensando horas y horas, cosa que, pese a la quema de libros, el Sálvame y el fútbol, aún puedo hacer, la he escuchado en realidad en una película de niños que además lleva por título "Lluvia de albóndigas 2". Pese a tan repulsivo título, la película trata sobre el tesón y la constancia para conseguir lo que deseamos. Sobre la base de un concurso de ideas científicas, el protagonista, además de quedarse con la chica, consigue lo que siempre ha deseado. Pero como muy bien me han puntualizado en las últimas horas en ese fascinante mundo que es el facebook, las ideas sin acción no son nada.
Gloria Pérez de Colosia
Martes, 10 de mayo 2016, 08:48
Y aún más allá, las permanentes quejas sobre lo que a nuestro alrededor sucede día tras día, sin una idea y una acción, no solo no son nada, sino que acaban abatiendo a aquellos de nosotros que en lugar de quejarnos, ideamos y accionamos. O al menos lo intentamos. Pero cuando esa puesta en práctica de una idea depende en gran parte de los demás, se dificulta hasta imposibilitarse llevarla a cabo. El peligro es que las personas con ideas y ganas de accionarlas pueden terminar desalentadas y aún peor desesperanzadas. Entonces nadie cambiará el mundo. España está adormilada y mi experiencia personal me dice que Almería yace aletargada en un largo invierno que parece no tener fin. Hace unos días se celebró el día del Padre. Si pensáramos en este día como un producto comercial del Corte Inglés y sus secuaces, nada me importaría, pero si pensamos en otra realidad existente, la de esos miles de padres a los que les han prohibido estar con sus hijos ese día, el Día para mí si tiene un gran simbolismo. Y como ya van conociendo de mis preocupaciones, este tema de los niños medio huérfanos por una injusta resolución judicial me preocupa. Y como me preocupa, tuve la idea de elevar mi queja a un foro donde pudiera ser escuchada y vista, y para que no se quedara en idea, se me ocurrió organizar una concentración en la capital ?consciente de que a "manifestación" no podía llegar el evento-, algo así como 10 minutillos frente a los juzgados reivindicando los derechos de los padres varones a estar con sus hijos. La respuesta ha sido nula. No poca, nula. Y no me sentiría abatida y triste si los que me han contestado "es que somos muy pocos", "es que estoy ocupado", "es que no quiero que me vean", no fueran esos mismos que a diario se lamentan y se quejan de lo injusto que es que les separen de su hijitos, quejándose una media de tres horas al día hasta llegar incluso a desarrollar una incapacidad para continuar con su vida y ser felices. No soy un padre varón y veo a mis hijos casi a diario y como algo que a mi me parece natural su padre también los ve. Podría decirse que este problema ni siquiera es mío. Pero me complace la felicidad que revelan mis hijos, y sé que precisamente la causa es que siguen contando con un padre y una madre, aunque nosotros hace tiempo dejamos de querer vivir juntos. Tengo la absurda idea de que el resto de niños sean igual de felices. Pero es una idea que necesita la acción de muchos y yo, al intentarlo en esta zona sobre la que escribo, no he encontrado respuesta. Un poco hartita si está ya una. No obstante, y para que haya un final feliz, debo en justicia mencionar dos excepcionales casos de idea-acción en la provincia. Ambos son ejemplo de lo que las ideas pueden cambiar el mundo, y tienen toda mi admiración. Uno de ellos ya se ha hecho realidad, el otro es un proyecto de cuya futura realidad no me cabe la menor duda. Emiliano Domene, de Almería y cartero de profesión, tuvo un día la idea de que los bancos tenían unas prácticas abusivas. Su idea se tradujo en pequeños talleres informando al personal sobre la cláusula suelo y comisiones abusivas y cómo reclamar su eliminación frente al banco. Lo que él mismo define como el desvarío de un cartero friki, se ha extendido a Sevilla, Granada y Alicante, donde se han creado grupos que continúan accionando su idea. Gracias a él, muchas familias han conseguido que los bancos les devolvieran cantidades cobradas abusivamente. Creo que la media de horas de sueño de Emiliano está muy por debajo de la media. La acción de su idea le ocupa mucho tiempo. Pero se esforzó y lo ha conseguido. El otro ejemplo, más local, son estos chicos de Mojácar de Mueve que no paran de idear. La última idea ha sido la creación de un huerto social, y en tan solo cuatro días ya han conseguido la cesión de un terreno donde llevarlo a cabo. La idea significará que al menos 10 familias mojaqueras puedas gratuitamente trabajar y explotar un terreno para su propio consumo. Sus ideas claro que pueden cambiar el mundo. Solo necesita ponerlas en marcha y conseguir despertar del aborregamiento a aquellos que solo se quejan pero no accionan.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.